Los guppies abundan en las peceras domésticas, pero estos populares peces, importados de Trinidad desde los años 50 del siglo XX, no están resultando nada simpáticos a otras especies de peces nativas de México pertenecientes a la familia godeide.
Entre ambas especies existen varias similitudes morfológicas y de conducta. La Skiffia bilineata, una variedad de ellas, coexiste con guppies en varios lagos del Altiplano mexicano.
La conducta del cortejo es muy parecida, pero las formas de apareamiento entre una y otra especie son muy distintas: mientras en la bilineata, la transferencia de esperma se realiza cuando entran en contacto los poros genitales del macho y de la hembra, en los guppies, la transmisión de esperma se realiza a través de un órgano extensor e intromisor, que se llama gonopolio.
Así que podría haber serios problemas para las hembras nativas si un macho de los guppies intenta clavarle su gonopolio.
Si la hembra da indicaciones de que no acepta, el macho nada tras ella, esperando la oportunidad. Invirtiendo el 80 % de su tiempo en el cortejo o intentando copular.
Todavía hay que evaluar en qué porcentaje las hembras, al ser acosadas, se inhiben y evitan a los machos de su especie, lo que traerá consecuencias demográficas negativas.
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