jueves, 5 de junio de 2008

‘Balsas vivas’ para salvar a la focha

El aprovechamiento de la naturaleza por parte de los humanos no siempre implica la desaparición de la biodiversidad; en algún caso puede incluso ser idóneo para la supervivencia de las especies.

En Jaén existen 1.256 balsas de riego. Muchas son artificiales, construidas por los agricultores para el riego de olivos. En dos de ellas se ha puesto en marcha el proyecto Balsas vivas, una iniciativa que contribuye a salvar a la focha cornuda o moruna, un ave en peligro crítico de extinción.

Una focha en una balsa artificial. JUAN DE DIOS ORTIZ

En España sólo hay 90 ejemplares, todos en Andalucía.La comunidad de regantes San Isidro, en la provincia de Jaén, capta agua del Guadalquivir en época de lluvias y la almacena en una balsa de algo más de una hectárea construida en medio del olivar. Cuando llega el estío, de esa balsa artificial se extrae agua para regar 10.000 olivos.

Hace cinco años, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía propuso a los agricultores la suelta de una pareja de fochas cornudas en su balsa para tratar de salvar un ave casi desaparecida.

De hecho, en Jaén –como ahora en la mayor parte de España– no se podía encontrar ningún espécimen. Un lustro después, esa balsa artificial se ha convertido en el principal reservorio de cría de focha cornuda en libertad. Allí nace el 80% de los pollos de esta especie.



Puedes leer la noticia completa, en su medio original.

No hay comentarios: