Wolong, localizada en la provincia de Sichuán (en el centro del país), la más afectada por el seísmo del 12 de mayo, todavía sigue siendo un peligro para los pandas y sus cuidadores, a juicio de la dirección del centro.
Una hembra de panda come bambú en el zoo de Kobe, en Japón. (Foto: REUTERS)
Según informó anteriormente la agencia oficial Xinhua, más del 80% del hábitat de los pandas se ha visto afectado por el terremoto y al menos el 8% había quedado totalmente destruido.
Algunos de los animales habían encontrando dificultades para alimentarse, ya que numerosos bosques de bambúes, la base de su dieta, habían quedado arrasados.
En la actualidad existen unos 1.590 pandas gigantes viviendo en estado salvaje, y 1.400 de ellos se encontraban en la zona afectada por el terremoto.
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