jueves, 28 de agosto de 2008

Culpan a la administración de los ataques contra osos

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) ha manifestado que la colocación de trampas "podría estar relacionada con el descontento que existe entre los apicultores por los daños causados por los osos".

Colmenar ataado por un oso pese a estar protegido. (Foto: FAPAS)

El Fapas advirtió además, mediante un comunicado, que la Junta de Castilla y León tarda de dos a tres años en pagar los daños que los osos causan a las instalaciones apícolas de la región, mientras que en otras Comunidades Autónomas como la de Asturias, hace más de veinte años que los daños que causan los osos a los intereses humanos son abonados en tiempos "muy cortos".

"En Castilla y León, los trámites para pagar los daños que causan los osos se retrasan hasta tres años a causa de la burocrática gestión que aplica la administración autonómica", añadieron.

La reciente aparición de un oso con un cable de acero incrustado en su cuerpo, pone de manifiesto que la colocación de trampas es un hecho "constante" al que la Junta de Castilla y León "no pone freno", al contrario, "la ausencia de medidas de protección de los osos como el de no agilizar el pago de los daños que causan, se convierte en un aliciente para que tanto las trampas como el veneno sea una herramienta para acabar con esta especie protegida", apuntaron desde Fapas.

El oso pardo herido con el cinturón trampa en la cintura. (Foto: Fundación Oso Pardo)


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