El grupo vive en la costa sur de Australia, cerca de la ciudad de Adelaida.
Hace 20 años, uno de los delfines estuvo enfermo y pasó un corto tiempo en un acuario, donde no recibió entrenamiento, pero pudo haber visto a otros delfines caminando sobre la cola y aprender el truco.
Ahora, otras hembras han adquirido el hábito y, como se trata de algo tan inusual, la deducción obvia es que lo aprendieron de Billie.
"Esto indica que aprenden unos de otros, lo que realmente no es una sorpresa, pero también parece que exhiben elementos de lo que en los seres humanos podríamos llamar un 'comportamiento cultural'", dijo Bossley.
"Son cosas que los grupos desarrollan y que se transmiten entre los individuos, hasta convertirse en algo que define al grupo, como el idioma o el baile, y parecería que entre los delfines de Port River estemos presenciando una cultura incipiente de caminar sobre la cola", le explicó el científico.
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