El hombre fue el principal agente de la extinción de los grandes animales durante la prehistoria y no el cambio climático, asegura hoy un estudio divulgado por la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences".
El estudio, realizado por científicos británicos y australianos, indica que la principal evidencia son los gigantescos canguros y otros marsupiales que habitaron la isla de Tasmania, conectada entonces con el sur de Australia a través de un puente natural.
Se creía que hace unos 43.000 años, cuando el hombre llegó a la isla, esos grandes animales se habían extinguido, lo que le exculpaba de haber participado en su extinción.
Sin embargo, el estudio, que utilizó las últimas técnicas del radiocarbono, constató que los gigantescos canguros de Tasmania todavía existían cuando los seres humanos comenzaron a poblar la región.
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