jueves, 28 de agosto de 2008

La excusa perfecta: Matar a 4.500 ballenas para 'investigarlas'

Investigadores japoneses han llegado a la conclusión de que las ballenas Minke ('Balaenoptera acutorostrata') hoy tienen menos grasa que hace 20 años. Esto podría deberse a una reducción drástica de las poblaciones de krill (minúsculos crustáceos) en el Océano Antártico como consecuencia del calentamiento global, que está fundiendo a un ritmo acelerado las banquisas de hielo vitales para estos pequeños animales.

Activistas de Greenpeace tratan de prevenir la transferencia de una ballena Minke asesinada. (Foto: Greenpeace)

La grasa sirve a los cetáceos, como a otros animales, para aislarles del frío de los mares polares, por lo que los resultados del citado estudio advierten del peligro al que se enfrenta esta especie en el futuro. Un "importante descubrimiento sin predecentes", según los autores, para el cual ha hecho falta matar a más de 4.500 ejemplares a lo largo de dos décadas.


Activistas quedan atrapados al tratar de defender a una ballena del santuario del Océano Sur. (Foto: Kate Davison | Greenpeace)


¿Es así como trabaja la ciencia? ¿Intentarán demostrar ahora lo mismo con las jorobadas? Esas a las que hace menos de un año pretendían comenzar a cazar de nuevo, después de 50 años sin hacerlo (finalmente la presión internacional logró disuadirlo temporalmente).

La polémica está servida.

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Por mi parte yo ya no sé si es que son descarados por naturaleza o es que nos toman por tontos. Habrán tenido muestra suficiente para realizar el estudio, digo yo...

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