viernes, 31 de octubre de 2008

Las garzas del Ebro nacen con las trazas genéticas de la contaminación del río

Un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Barcelona y cuyos resultados han sido publicados en el último número de la revista 'Environmental Pollution' refleja que las crías de garza que anidan en las riberas del Ebro muestran síntomas del impacto ambiental proveniente de la elevada contaminación de la zona.

Para llevar el estudio a cabo se analizaron muestras de sangre de más de 60 crías de cuatro especies de este ave ( garza imperial, gaceta común, garceta bueyera y martinete común), midiéndose la proporción de micronúcleos (aberraciones celulares) presentes en los glóbulos rojos.


La alta incidencia –y el uso histórico de la zona- apuntan a contaminación por sustancias orgánicas aromáticas, incluidos algunos pesticidas, como los causantes de daños genéticos celulares.

Estos compuestos químicos dañan el ADN de las células progenitoras, haciendo que el material genético no se incorpore correctamente a las células hijas durante la división celular y provocando la aparición de micronúcleos independientes dentro de las células.

Aunque los niveles hallados no son preocupantes, los resultados demuestran que la contaminación de la zona sí que se refleja en las aves.


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