Un "sanatorio" en Cañada Real

Buitres leonados que nunca volverán a volar por culpa de los disparos de cazadores, un águila culebrera a la que le falta un dedo de la pata y un trozo de ala a causa del choque contra un tendido eléctrico, jabalies huérfanos o Duna, una zorrita que fue adoptada como si de un perrito se tratase y posteriormente abandonada, son sólo algunos de los habitantes del Centro de Naturaleza Cañada Real.

Allí curan las heridas y ofrecen cobijo y cuidados a aquellos que más lo necesitan.

Los animales son repartidos entre las más de tres decenas de centros de grupos conservacionistas que, junto a Cañada Real, están agrupados en la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA). En este centro viven unos 300 animales de unas 38 especies -todos fauna ibérica-, repartidos en unas 15 hectáreas de bosque de robles y encinas.


Aquí todos los animales tienen nombre propio.

El centro, que se financia con el dinero de las entradas de los visitantes y una subvención de la Comunidad de Madrid, nació en la década de los 80 con un espíritu diferente al actual. Se abrió con el objetivo de reintroducir ejemplares de cabra hispánica en la Sierra de Guadarrama, extinguida desde hacía décadas.

Merece la pena, pues, hacerles una visita (los fines de semana se ofrecen visitas guiadas por el mismo precio) sabiendo que podemos colaborar con una buena causa como lo es esta además de aprender muchísimas cosas sobre el cuidado de los animales o escuchar un montón de hstorias de supervivencia y solidaridad.

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Más información: Centro de Naturaleza Cañada Real.