El silbido ha acompañado al ser humano desde que vivía en las cavernas y necesitaba emitir señales sonoras a gran distancia. Pero hasta ahora nadie había oído silbar a un orangután del mismo modo que un ser humano. La primera en hacerlo ha sido Bonnie, un orangután hembra de 30 años de edad que vive en el Parque Zoológico Smithsonian de Washington (EE.UU.).
Tras escuchar a uno de sus cuidadores silbar, el animal comenzó a reproducir el mismo repertorio sonoro. “Ser capaz de aprender nuevos sonidos y usarlos voluntariamente son dos rasgos propios del lenguaje humano, y este descubrimiento nos da pie a estudiar la evolución del lenguaje en nuestros parientes más próximos” afirma el científico Serge Wich, que ha dado a conocer su estudio con Bonnie en el número de diciembre de la revista internacional Primates.
Hasta ahora se había demostrado que tanto los chimpancés como los orangutanes pueden emitir ciertos sonidos y vocalizaciones si son entrenados. Pero es la primera vez que un primate lo hace espontáneamente y, aparentemente, por el simple placer del sonido.
Tras escuchar a uno de sus cuidadores silbar, el animal comenzó a reproducir el mismo repertorio sonoro. “Ser capaz de aprender nuevos sonidos y usarlos voluntariamente son dos rasgos propios del lenguaje humano, y este descubrimiento nos da pie a estudiar la evolución del lenguaje en nuestros parientes más próximos” afirma el científico Serge Wich, que ha dado a conocer su estudio con Bonnie en el número de diciembre de la revista internacional Primates.
Hasta ahora se había demostrado que tanto los chimpancés como los orangutanes pueden emitir ciertos sonidos y vocalizaciones si son entrenados. Pero es la primera vez que un primate lo hace espontáneamente y, aparentemente, por el simple placer del sonido.
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