jueves, 8 de enero de 2009

Dando esqunazo al mismísimo Darwin

Cuando Darwin visitó la isla Isabela en el archipiélago de las Galápagos, en 1835, no llegó hasta el volcán Lobo. Por eso no pudo ver ningún ejemplar de la singular especie de iguanas terrestres de color rosado que acaba de descubrir un equipo de investigadores italianos y ecuatorianos. El animal pertenece al género Conolophus y su rasgo más llamativo es el color, que en su momento se atribuyó a una despigmentación. Sin embargo, sus genes han revelado que se trata de un lagarto único, según explican los científicos en el último número de la revista PNAS.

La nueva especie es de color rosado con manchas negras, y puede alcanzar una longitud de hasta 1,80 metros entre el cuerpo y la cola. A diferencia de los demás lagartos terrestres, su cresta no termina en puntas.

Imagen de archivo de ADN de una iguana rosada en las Galápagos.

El análisis del ADN sitúa la fecha de la diferenciación entre la nueva iguana rosada y el resto de sus compañeras galapagueñas en hace aproximadamente 5,7 millones de años. Lo sorprendente es que en esa época no existía ninguna de las islas occidentales del archipiélago, incluida Isabela, donde vive actualmente. Aunque todavía no se ha determinado el tamaño de la población actual, se estima que es pequeña, ya que hasta el momento sólo se han capturado 36 iguanas rosadas para su investigación.

Con 13 islas principales y 17 islotes en el océano Pacífico, el archipiélago de las islas Galápagos que tanto maravilló a Charles Darwin fue el primer lugar declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco hace tres décadas.

Visto en MUY Interesante.

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