Hoy las tortugas marinas sufren directamente las consecuencias del calentamiento global y viven en peligro de extinción.
Durante la Conferencia Mundial de los Océanos celebrada en Indonesia, científicos y delegados de todo el mundo comprometidos con la política medioambiental, destacaron la progresiva acidificación de las aguas a causa de una mayor presencia de CO2.
Por ello, subrayaron que muchas especies están viendo afectadas algunas de sus funciones -como la reproducción- así como está notándose una ralentización en la formación de corales, conchas y caparazones de algunos animales marinos.
Esta situación actual hace que la fauna y la flora de los mares ya no vivan en perfecta consonancia. La organización ecologista internacional WWF alerta que el calentamiento de las aguas está provocando la muerte de las algas (zooxantelas) que viven adheridas al coral. Sin ellas, los arrecifes pierden su color y como no se pueden recuperar acaban muriendo.
Estos reptiles marinos interactúan con sus ambientes a través de la alimentación controlando poblaciones de invertebrados marinos, incluidas las medusas que, a su vez, controlan las poblaciones de larvas de peces.
La desaparición de estos depredadores y de otros eslabones clave en la cadena alimenticia repercute en la estabilidad del mar, pudiendo ocasionar mareas rojas y brotes de enfermedades.
Por esta razón y conscientes de la importancia de proteger y conservar las áreas silvestres, organizaciones como ASVO trabajan en Costa Rica prestando especial atención a la sensibilización y la educación ambiental.
Así, cada año 1.200 voluntarios invierten su tiempo en acciones de formación ambiental, protección, atención a los visitantes, vigilancia de centros operativos, mantenimiento, diseño y construcción de instalaciones o senderos.
Concretamente desde 2002, ASVO está trabajando en proyectos de cuidado de estos quelonios (como también se llama a las tortugas) en numerosas playas del Pacífico costarricense, cuyas orillas ven llegar cada temporada a la tortuga lora, la tortuga carey y la negra del Pacífico para desovar.
Además del crecimiento de zonas turísticas cerca de las playas y la pesca de arrastre de camarón (donde las tortugas quedan atrapadas en sus redes) uno de los principales problemas con los que se encuentran a nivel local para conservar a estas especies es la extracción ilegal de sus huevos (para su consumo y tráfico en el mercado negro).
Está claro que ahora más que nunca tenemos que hacer todo lo posible para protegerlas.
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3 comentarios:
Y no solo el cambio climático es un peligro para ellas sino el plástico que confunden con medusas y se tragan asfixiándose. Hay que proteger a este bellísimo y antiguo animal!
Me ha encantado este artículo. Hace poco estuve en una conferencia sobre los peligros que sufren todas las especies de tortugas.
También uno de los problemas fundamentales es la temperatura de incubación, ya que esta determina el sexo de las crías. Una temperatura muy elevada produce un alto porcentaje de hembras, por lo tanto, el cambio climático podría afectar bastante en la disminución de machos.
Un saludo!!!
Os felicito
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