El monito del monte, también conocido como chumaihuén o perrito de virtud, es un mamífero marsupial que actualmente sólo vive en el sur de Chile. Forma parte de la mitología local y las supersticiones aseguran que ver ejemplares o tenerlos en casa puede traer mala suerte.
Sin embargo, la tradición también dice que da buena suerte oír sus débiles gritos, parecidos a los de los cachorros de perros recién nacidos, y las creencias campesinas lo consideran "un ratón que nace de un huevo de gallina empollado por una serpiente".
Para la ciencia sin embargo es considerado un "fósil viviente". Inclusos recientemente ha permitido a un grupo de investigadores de la Universidad Austral de Chile aportar luz sobre en la evolución de los mamíferos, para lo cual capturaron una treintena de ejemplares en los árboles y los trasladaron a sus laboratorios, donde fueron analizados ante diferentes estímulos externos.
El estudio, publicado en la revista 'Journal of Experimental Biology', muestra algunos pasos intermedios del proceso evolutivo de los mamíferos que, de forma gradual, se completó hace 30 millones de años.
Los resultados reflejan que el monito del monte ocupa una posición intermedia entre el reptil y el mamífero, porque no regula muy bien las temperaturas, una característica propia de los reptiles primitivos, con procesos más rudimentarios.
Los científicos aprovecharon el mamífero primitivo, que lleva en su genética los rasgos propios de hace 50 millones de años, para conocer el origen de la capacidad para mantener y regular las temperaturas en los mamíferos.
El animal puede sufrir cambios de temperatura interna de un rango de 10 grados en un solo día, mientras que en el ser humano no varía de un grado, lo que pone la vida del animal a merced de los cambios climáticos.
Sin embargo, la tradición también dice que da buena suerte oír sus débiles gritos, parecidos a los de los cachorros de perros recién nacidos, y las creencias campesinas lo consideran "un ratón que nace de un huevo de gallina empollado por una serpiente".
Para la ciencia sin embargo es considerado un "fósil viviente". Inclusos recientemente ha permitido a un grupo de investigadores de la Universidad Austral de Chile aportar luz sobre en la evolución de los mamíferos, para lo cual capturaron una treintena de ejemplares en los árboles y los trasladaron a sus laboratorios, donde fueron analizados ante diferentes estímulos externos.
El estudio, publicado en la revista 'Journal of Experimental Biology', muestra algunos pasos intermedios del proceso evolutivo de los mamíferos que, de forma gradual, se completó hace 30 millones de años.
Los resultados reflejan que el monito del monte ocupa una posición intermedia entre el reptil y el mamífero, porque no regula muy bien las temperaturas, una característica propia de los reptiles primitivos, con procesos más rudimentarios.
Los científicos aprovecharon el mamífero primitivo, que lleva en su genética los rasgos propios de hace 50 millones de años, para conocer el origen de la capacidad para mantener y regular las temperaturas en los mamíferos.
El animal puede sufrir cambios de temperatura interna de un rango de 10 grados en un solo día, mientras que en el ser humano no varía de un grado, lo que pone la vida del animal a merced de los cambios climáticos.
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