Acostumbrados a lagartos y arañas de tamaño considerable, muchos habitantes del estado de La Florida (en Estados Unidos) se mostraban indiferentes a los potenciales peligros de la fauna silvestre, pero la reciente muerte de una niña de dos años estrangulada por una pitón birmana encendió las armas.
El animal, de 3,60 metros de largo, estaba encerrado en un acuario doméstico de la ciudad de Orlando y pertenecía a la pareja de la madre de la menor.
La serpiente escapó de una pecera de vidrio y atacó a la niña mientras dormía.
Esas especies son originarias de África y el este de Asia pero se desarrollan en regiones cálidas y áreas pantanosas.
Los científicos creen que las serpientes llegan a los pantanos que rodean Miami y otras ciudades de Florida porque los dueños de esos reptiles los compran como mascotas y luego los sueltan cuando se vuelven demasiado grandes para mantenerlos en sus casas.
Para terminar con el problema, la Comisión de Conservación de Pesca y Fauna Silvestre del estado autorizó a un grupo selecto de expertos en serpientes la caza y matanza de pitones y boas constrictoras.
Las autoridades informaron que si se logran resultados satisfactorios con esta primera prueba, podrían expedirse más licencias de cacería.
2 comentarios:
Sigo sin verle el gusto a sacar a una especie de su habitat y hacer que decore el salón de casa...hasta que upss... se escapa....¿problema? ejem seguro que les da igual, si pueden conseguir otra.
Salu2
Markos: Es terrible. Y no sólo eso, sino que uan vez creado el problema cogen y se lian a tiros.
Somos lo peor, en serio.
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