Siendo sólo un cachorro, Samy recorrió los cerca de doce kilómetros que separan Alcolea de Córdoba para regresar con José Manuel, un pequeño de cuatro años de edad al que había conocido unos días antes.
Lo más sorprendente no es que el perro lograse encontrar el camino de vuelta o que llegase con una pata lastimada, quizá al intentar esquivar un coche; lo fabuloso de esta historia es que Samy regresó con José Manuel en las cinco ocasiones en que fue entregado a otras familias. "El perro había elegido y no quería estar con nadie más. Regresaba una y otra vez. Se trata de un animal muy especial", cuenta Emilia Moreno, la portavoz de la Comisión Investigadora Maltrato Animal (CIMA Córdoba).
Emilia también es la madre de José Manuel, el niño protagonista junto a su mascota de una historia que ocurrió hace ya cinco años, pero que ahora esta asociación protectora de animales ha recuperado como hilo conductor de su última campaña.
Una campaña de concienciación contra el abandono de mascotas en la que contarán la historia de Samy. Para ello han editado carteles y un cuento donde es el propio cachorrito quien habla de sus aventuras. Samy, un amigo fiel. Cuento basado en una historia real es un relato donde además, la asociación introduce consejos para cuidar y educar a las mascotas y, sobre todo, intenta sensibilizar a niños y mayores.
No en vano, CIMA Córdoba recoge entre 380 y 420 animales al año. A veces porque son abandonados sin más, y otras, matiza Emilia Moreno "porque los dueños no pueden hacerse cargo y responsablemente nos piden que les busquemos una familia".
CIMA Córdoba lleva a cabo lo que ellos denominan adopciones revisadas, es decir, que entregan a los animales pero acuerdan con los dueños realizar un seguimiento. En el caso de Samy, el perro fue abandonado siendo un cachorro. Nuria, una colaboradora de la asociación, lo encontró muerto de frío en la puerta de su panadería. "Lo trajo a casa, pero el perro no comía y estaba muy arisco", recuerda Emilia. Sin embargo, el perrito hizo migas con José Manuel. Congeniaron desde el primer momento, pero ya estaba decidido que cabeza marrona, como empezó a llamarlo su pequeño amigo, iba a ser entregado a otra familia.
El día que se llevaron al cachorro, José Manuel se pasó llorando mañana y tarde. "A las nueve de la noche --recuerda la madre del niño-- escuchamos rascar la puerta y abrimos". Era Samy.
Lo más sorprendente no es que el perro lograse encontrar el camino de vuelta o que llegase con una pata lastimada, quizá al intentar esquivar un coche; lo fabuloso de esta historia es que Samy regresó con José Manuel en las cinco ocasiones en que fue entregado a otras familias. "El perro había elegido y no quería estar con nadie más. Regresaba una y otra vez. Se trata de un animal muy especial", cuenta Emilia Moreno, la portavoz de la Comisión Investigadora Maltrato Animal (CIMA Córdoba).
Emilia también es la madre de José Manuel, el niño protagonista junto a su mascota de una historia que ocurrió hace ya cinco años, pero que ahora esta asociación protectora de animales ha recuperado como hilo conductor de su última campaña.
Una campaña de concienciación contra el abandono de mascotas en la que contarán la historia de Samy. Para ello han editado carteles y un cuento donde es el propio cachorrito quien habla de sus aventuras. Samy, un amigo fiel. Cuento basado en una historia real es un relato donde además, la asociación introduce consejos para cuidar y educar a las mascotas y, sobre todo, intenta sensibilizar a niños y mayores.
No en vano, CIMA Córdoba recoge entre 380 y 420 animales al año. A veces porque son abandonados sin más, y otras, matiza Emilia Moreno "porque los dueños no pueden hacerse cargo y responsablemente nos piden que les busquemos una familia".
CIMA Córdoba lleva a cabo lo que ellos denominan adopciones revisadas, es decir, que entregan a los animales pero acuerdan con los dueños realizar un seguimiento. En el caso de Samy, el perro fue abandonado siendo un cachorro. Nuria, una colaboradora de la asociación, lo encontró muerto de frío en la puerta de su panadería. "Lo trajo a casa, pero el perro no comía y estaba muy arisco", recuerda Emilia. Sin embargo, el perrito hizo migas con José Manuel. Congeniaron desde el primer momento, pero ya estaba decidido que cabeza marrona, como empezó a llamarlo su pequeño amigo, iba a ser entregado a otra familia.
El día que se llevaron al cachorro, José Manuel se pasó llorando mañana y tarde. "A las nueve de la noche --recuerda la madre del niño-- escuchamos rascar la puerta y abrimos". Era Samy.
Fuente de la noticia: Diario Córdoba.
5 comentarios:
Esta historia me deja sin palabras, nunca me dejarán de sorprender.
Un saludo indio
Lo vi ayer en el telediario que bueno.
sau2
Cuando lo vi ayer en la tele, me emocione un montón, que histotia más bonita
me mato esta historia!!!
no se que decirte...
La leche!!!
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