domingo, 4 de octubre de 2009

Ellos también tienen su personalidad

Diferentes estudios realizados en el mundo de la etología han constatado rasgos de personalidad en más de 60 especies. Las aves se encuentra dentro de ese grupo que inclueye también a calamares, perros e incluso cangrejos y peces. Y es que en julio de este mismo año, se demostró por primera vez la existencia de personalidad en pájaros salvajes.

Para llegar a sus conclusiones, los autores del estudio observaron durante meses el comportamiento de 41 machos durante el cortejo, miendo primero su conducta al relacionarse con las hembras sin interferencias para después someterlos a varias amenazas como poner un papel blanco cerca de la hembra, enfrentarlos a otro macho, a la presencia humana o a una trampa al uso.

Fue entonces cuando comprobaron respuestas diferenciadas entre los individuos de la misma especie, hecho que les permitió clasificarles como tímidos, crueles, escépticos o educados.

Foto vista en QUO.es

Pero ahí no queda la cosa, sino que, tratando de ir un poco más lejos, un equipo de biólogos de la Universidad de Amberes (Bélgica) y de Eötvös (Budapest, Hungría) publicó en julio otro estudio en el que se aseguraba que los pájaros revelan su personalidad cuando cantan.

En esta ocasión, se analizó el canto de una población de papamoscas collarino, para investigar si los rasgos de comportamiento involucrados en la llamada sexual proporcionan información sobre la personalidad de estas aves salvajes.

László Garamszegi, uno de los autores de esta investigación, explicó que la personalidad se manifiesta en el lugar elegido para cantar:
- Los machos propensos a asumir riesgos y a explorar (los osados) cantan más cerca del suelo y del nido.
- Por su parte, los tímidos lo hacen arriba, en la copa de los árboles.
Cantar cerca del suelo tiene un coste mayor: atrae a los depredadores, razón por la que solo se atreven los individuos más audaces. Mientras que hacerlo escondidos en la copa resulta menos atractivo, tanto para las hembras como para los posibles enemigos. Por eso, a las aves tímidas les resulta más difícil encontrar pareja y reproducirse, pero tienen menos posibilidades de ser engullidos por un depredador.

Por otro lado, la composición del canto también aporta datos sobre el temperamento del 'cantante': los individuos más atrevidos tienden a la exploración, y tienen más probabilidades de encontrar nuevos entornos y entrar en contacto acústico con otros machos que los pájaros tímidos. Por eso, pueden adquirir más elementos canoros (agradables y melodiosos) e incorporarlos a sus sonatas. Como consecuencia, los audaces tendrán un repertorio mayor que los tímidos y, por tanto, mayor atractivo para las hembras.


De hecho, una investigación realizada en 45 hembras de canario por el Instituto de Ornitología del Max Planck, en Alemania, en colaboración con el Royal Holloway y la Universidad de Londres, comprobó que un canto “sexy” es decir, que indica una buena calidad reproductiva de la pareja, influye en el tamaño del huevo (cuanto más atractiva sea la melodía, mayor será el tamaño del huevo) e incluso parece estar relacionado con el sexo de la cría.

Pero, ¿qué hace a unos pájaros más tímidos y a otros más audaces?

En 2008, un grupo de científicos liderados por Piet Drent, del Instituto de Ecología de Holanda, y Niels Dingemanse, de la Universidad de Groningen, estudió la importancia de los genes en la personalidad de un grupo de miles de herrerillos (Parus major). En cuatro generaciones, estos expertos llegaron a conseguir que nacieran individuos más tímidos o más valientes por medio de la selección de estos rasgos en sus progenitores.

Por otra parte, las distintas poblaciones de una misma especie, e incluso los individuos que conviven dentro de una misma población, están sujetos a distintas presiones selectivas, según factores como la variedad de condiciones de disponibilidad de alimento, la presencia de depredadores, de hembras, competidores, etc. Así que un rasgo de personalidad que puede ser poco eficaz en términos de supervivencia o reproducción en un contexto determinado puede llegar a ser vital en otro.

De hecho, un estudio de Claudia Mettke-Hofmann de la Universidad de Moores (Reino Unido) realizado en dos especies del género Sylvia –la curruca cabecinegra y la curruca mosquitera– lo constata. Esta bióloga estudió la manifestación de dos tipos de personalidad habituales en estas especies: la de los exploradores y los neofóbicos en dos épocas diferentes del año. Resultó que los ejemplares de la cabecinegra, que no es migratoria, mantenían su personalidad sin cambios. Pero los de la mosquitera, que sí lo es, registraron un crecimiento en su “carácter explorador” para adaptarse a la nueva situación.

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Nota: Concincidendo con el día de las aves he querido preparar este artículo especial. Las fuentes que he utilizado para la elaboración del mismo está perfectamente enlazadas a lo largo de él. Espero que lo hayais disfrutado y no os haya resultado demasiado tedioso.

5 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Es muy interesante la noticia. Es una de esa cosas que os que nos fijamos en los animales ya pensábamos, pero esto es la constatacion científica.
Saludos

Mundo Animal. dijo...

(\ (\
(=':')
((")(")

QUE INTERESANTE TODO LO QUE NOS CUENTAS Y QUE BELLAS FOTOSSS, QUE TENGAS MUY BUENAS NOCHESSS Y UN BUEN DOMINGO
SALUDOS CHRISSSSSSSSSSSSS

YoSusan dijo...

Un post muy bueno.
Gracias, nos enseñas mucho con la información que nos traes.

Un abrazo

Furacán dijo...

Muy bueno, me ha encantado el artículo. En el fondo es algo que los que nos hemos parado un día a observar la naturaleza intuimos.

Perséfone dijo...

Muchas gracias a los cuatro por paraos a leerlo y dejar vuestras impresiones.

Me alegra que os haya gustado.

Besos y abrazos para todos.