Implantan por primera vez lentillas a una leona

Si hace algún tiempo hablábamos de la posibilidad de implantar lentillas a los osos pandas, hoy debemos hacerlo del caso de Elsa, que hace unos días obtuvo el honor de convertirse en la primera leona del mundo con lentes de contacto.

Los leones tienen tan desarrollado el sentido de la vista que los expertos calculan que su capacidad de visión es cinco veces más aguda que la de los seres humanos. Pero la pequeña Elsa era esa rara excepción que siempre confirma la regla al nacer prácticamente ciega a causa de unas cataratas congénitas en los dos ojos.

Ni que decir tiene que de haberse producido su nacimiento en libertad no habría sobrevivido víctima de algún peligro del que sus ojos cegados no habrían logrado alertarla o a causa de los problemas infinitos que habría tenido para cazar.

Sin embargo, Elsa nació en cautividad y, cuando sólo tenía seis meses, fue adoptada por Roberto Caroli, un domador italiano de leones que se la llevó al Circo Orfei. En seguida se hizo patente que la leona tenía problemas: no sólo se mostraba agresiva con los humanos sino también con sus semejantes. Y apenas comía, por lo que su peso estaba por debajo de los 100 kilos en lugar de los 135 habituales.

Los veterinarios no tardaron mucho en diagnosticar lo que le ocurría: veía tan poco, que no era capaz de saber si se encontraba o no en peligro.

Para devolverle la vista a Elsa había que someterla a una intervención nunca antes llevada a cabo en un león. Para empezar había que operarla de cataratas, operación que ya se ha efectuado a varios leones del mundo. Pero, además, era necesario ponerle unas lentillas intraoculares realizadas específicamente para ella.

Una compañía de Berlín, 'Acrivet', fabricó las lentillas, con una potencia de 30 dioptrías. Y hace unos días, la leona fue operada en una clínica veterinaria de Roma. La intervención se llevó a cabo en dos sesiones que concluyeron con éxito.

Elsa está ahora recuperándose de la operación, de la que se repondrá completamente transcurridas unas tres semanas. Pero ya a las dos horas de la misma podía ver. Cuando concluya todo su capacidad de visión será del 90%. "Ya se comporta como cualquier joven leona y es mucho más confiada", afirma Daniel Berquiny, responsable del zoo privado en el que se encuentra Elsa y que abandonará, por desgracia, en un par de meses para regresar al circo.

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