El elusivo manatí amazónico (Trichechus inunguis) es un mamífero grande que se alimenta de plantas y vive en aguas dulces. Debido a su particular forma, se lo describe como una mezcla entre una foca y un hipopótamo.
Esta especie puede encontrarse únicamente en la cuenca del Amazonas, desde la boca del río hasta el origen de los tributarios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú.
Estos animales viven durante la temporada de crecida de las aguas (entre mediados de mayo y fines de junio) en lagos que se forman por las inundaciones de los ríos en la llanura donde consumen plantas acuáticas por el equivalente al 8% de su peso corporal.
Hace unos años se descubrió que, cuando las aguas bajan (entre octubre y noviembre), los animales comienzan a migrar a través de las rías ya que resulta muy peligroso para ellos permanecer en aguas poco profundas ante la posibilidad de quedar atrapados y expuestos a cazadores como los caimanes, jaguares e incluso seres humanos a pesar de que la aza de estos animales está prohibida los locales los valoran por su carne y porque matarlos, les da estatus).
Esta especie puede encontrarse únicamente en la cuenca del Amazonas, desde la boca del río hasta el origen de los tributarios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú.
Estos animales viven durante la temporada de crecida de las aguas (entre mediados de mayo y fines de junio) en lagos que se forman por las inundaciones de los ríos en la llanura donde consumen plantas acuáticas por el equivalente al 8% de su peso corporal.
Hace unos años se descubrió que, cuando las aguas bajan (entre octubre y noviembre), los animales comienzan a migrar a través de las rías ya que resulta muy peligroso para ellos permanecer en aguas poco profundas ante la posibilidad de quedar atrapados y expuestos a cazadores como los caimanes, jaguares e incluso seres humanos a pesar de que la aza de estos animales está prohibida los locales los valoran por su carne y porque matarlos, les da estatus).
No son pocos los riesgos que corren estos animales a realizar dichas migraciones: deben atravesar ríos muy estrechos en cuyas márgenes suelen apostarse los cazadores para esperarlos y la falta de plantas acuáticas les impide alimentarse durante varios meses.
A pesar de los datos obtenidos por este estudio, que se ha llevado a cabo las reservas de Mamiraua y Amana en el noroeste de Brasil preguntando a los habitantes del lugar, estudiando la forma y la profundidad de los ríos y lagos locales y siguiendo (ayudados por etiquetas electromagnéticas) el recorrido de 10 manatíes no es definitivo, sino que se pretende seguir el movimiento de los manatíes en otras regiones del Amazonas para ver si se trata de un fenómeno generalizado o de un comportamiento único en esta zona.
Sea como fuere, visto lo visto, bien podría decirse que estos pobres animales no tienen más remedio que elegir el menor de los males.
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2 comentarios:
Estoy de acuerdo, la lucha por la superviviencia a veces les hace tomar rumbos peligrosos, pero si lo hacen de una manera sencilla igual es más peligroso así que también creo que elijen dentro de lo malo , lo menos malo. ;)
Paseando por blogs he llegado a este de lo cual me alegro. He pasado un buen rato y lo que mas me ha gustado conocer es el insecto planta. Fabuloso el ingenio de la naturaleza. Vendré a menudo por aquí. Soy nueva en esto de los blog y tengo mucho aún por aprender.Felicidades.
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