De acuerdo con la cosmogonía china, el tigre blanco es el guardián del punto cardinal este en las montañas. Es uno de los dos únicos animales pobladores de las colinas, junto al Dragón Verde. De hecho, las tres rayas horizontales en su frente se asemejan al carácter chino para la palabra 'rey'.
Un rey cuyo poder está, ahora más que nunca, en entredicho. Y es que su futuro incierto amenaza con relegar a esta especie (otra de tantas) al imaginario popular: la población ha descendido de 100.000 ejemplares a 3.200 en menos de un siglo, según WWF. Unas cifras que sólo se refieren a aquellos que viven en su medio natural, y no a los que nacen en cautividad, que ascienden a 9.000. Precisamente, China es el país con mayor número de tigres criados en reservas, mientras que sólo tiene cerca de 60 salvajes.
La extinción ya no es sólo una amenaza, sino una realidad que ya se ha llevado por delante a tres subespecies, el tigre del Caspio, el de Java y el de Bali. Algunas de ellas, como el tigre del Sur de China o el de Xiamen ya sólo pueden verse en cautividad. En total, la especie ya sólo ocupa un 7% de su territorio histórico.
Entre propuestas descabellas y campañas polémicas, en otro intento casi desesperado por frenar el proceso de extinción, en Harbin, capital de la provincia norteña de Heilongqian, se encuentra el Parque de los tigres de Siberia como parte de un proyecto para criar animales en cautividad y devolverlos después a su medio natural.
Pero es precisamente aquí dónde se encuentra su mayor mal: al deterioro de su hábitat como consecuencia de la deforestación y la proliferación de granjas y pueblos en lugares donde vivía, cazaba y procreaba se le suma la caza como una de las causas históricas de su elevada desaparición, ya que se trataba de un animal codiciado por sus supuestas propiedades medicinales. Aunque en 1993 su uso en la medicina tradicional fue prohibido, no ha servido para acabar con el comercio ilegal de productos elaborados con partes del cuerpo de este animal.
Y es en esta triste situación en la que, paradójicamente, el tigre se convertido desde hace unos días el protagonista de las calles y tiendas de souvenirs de China gracias a la tremenda popularidad que le ha otorgado el comienzo del año nuevo chino, el cual le corresponde por ser uno de los doce animales del calendario.
De nosotros depende: puede que este hecho sea aprovechado de tal manera que el mensaje cale en la sociedad y se luche de una manera realmente efectiva por conservación de la especie. O puede que todo siga igual y este increible felino se quede simplemente como la frágil estrella de un calendario...
Un rey cuyo poder está, ahora más que nunca, en entredicho. Y es que su futuro incierto amenaza con relegar a esta especie (otra de tantas) al imaginario popular: la población ha descendido de 100.000 ejemplares a 3.200 en menos de un siglo, según WWF. Unas cifras que sólo se refieren a aquellos que viven en su medio natural, y no a los que nacen en cautividad, que ascienden a 9.000. Precisamente, China es el país con mayor número de tigres criados en reservas, mientras que sólo tiene cerca de 60 salvajes.
La extinción ya no es sólo una amenaza, sino una realidad que ya se ha llevado por delante a tres subespecies, el tigre del Caspio, el de Java y el de Bali. Algunas de ellas, como el tigre del Sur de China o el de Xiamen ya sólo pueden verse en cautividad. En total, la especie ya sólo ocupa un 7% de su territorio histórico.
Entre propuestas descabellas y campañas polémicas, en otro intento casi desesperado por frenar el proceso de extinción, en Harbin, capital de la provincia norteña de Heilongqian, se encuentra el Parque de los tigres de Siberia como parte de un proyecto para criar animales en cautividad y devolverlos después a su medio natural.
Pero es precisamente aquí dónde se encuentra su mayor mal: al deterioro de su hábitat como consecuencia de la deforestación y la proliferación de granjas y pueblos en lugares donde vivía, cazaba y procreaba se le suma la caza como una de las causas históricas de su elevada desaparición, ya que se trataba de un animal codiciado por sus supuestas propiedades medicinales. Aunque en 1993 su uso en la medicina tradicional fue prohibido, no ha servido para acabar con el comercio ilegal de productos elaborados con partes del cuerpo de este animal.
Y es en esta triste situación en la que, paradójicamente, el tigre se convertido desde hace unos días el protagonista de las calles y tiendas de souvenirs de China gracias a la tremenda popularidad que le ha otorgado el comienzo del año nuevo chino, el cual le corresponde por ser uno de los doce animales del calendario.
De nosotros depende: puede que este hecho sea aprovechado de tal manera que el mensaje cale en la sociedad y se luche de una manera realmente efectiva por conservación de la especie. O puede que todo siga igual y este increible felino se quede simplemente como la frágil estrella de un calendario...
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¿Servirá el año del Tigre para favorecer su conservación?
¿Servirá el año del Tigre para favorecer su conservación?
7 comentarios:
Ojalá sirva, porque verdaderamente su destino es incierto muy lamentable sería la pérdida de tan fabuloso animal. Si, de nosotros depende...
Recomiendo ver los videos del país dominical que este fin de semana ha empezado a vender. Si bien es triste que un animal grande, especialmente impactante y bello y con una gran carga antropomorfica, pueda desaparecer, para el medio ambiente no es un gran coste. El problmea es que estos animales "estrella" son sólo la punta del iceberg del verdadero problema.
Confio poco en nosotros y menos en paises como China que han entrado recientemente en el capitalismo.
Ojalá no desaparezcan. bello animal.
Saludos guapa.
Y seguro que mucha gente aún dirá, si total se crian en cautividad a que viene tanto problema.
Pues como dice Nacho el tigre es la punta del iceberg y al mismo tiempo nos está indicando un alarmante deterioro de su hábitat. Es curioso que paises como China mantengan tradiciones bastante negativas como muchos remedios de la medicina popular y abandonen otro tipo de prácticas como el respeto a todas las formas de vida que propugna el budismo o mismo las consignas de la filosofía taoista. Parece que últimamente están cogiendo lo peor de ambos mundos, oriente y occidente.
Criarlos sólo en cautividad será una locura, pero si su futuro en libertad es una muerte segura... pues qué quieres que te diga :/
saluditos
Que rabia me da leer esto. Ojala se escondan en algun recondito lugar los que queden y huyan de nosotros para siempre.
Un abrazo.
Yo espero que sí ayude. Todo vale con tal de potenciar el cuidado de nuestra naturaleza. Vivimos en una simbiosis constante.
¡Un abrazo!
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