Aunque la mayoría de ranas son polígamas, existe en la selva amazónica de Perú una rara especie venenosa llamada 'Ranitomeya variabilis' (incluida, por cierto, en la lista roja de especies amenzadas) que, en condiciones ambientales beneficiosas, práctica la monogamia.
Así, durante miles de años, la madre sólo ponía uno o dos huevos y ni ella ni el macho abandonaba el hogar cuando se trataba de cuidar a las crías.
Ahora, gracias a una serie de análisis de agua y de larvas realizados en los últimos años por un catedrático peruano llamado Víctor Morales en los bosques tropicales de Tarapoto y del área de conservación de la Cordillera Escalera (al norte de Perú), se ha demostrado que el citado anfibio ha cambiado por completo su comportamiento reproductivo: ha dejado de ser monógama para pasar a practicar una actitud promiscua que le lleva a la caza de nuevos pretendientes que le garanticen su supervivencia.
¿La causa? Principalmente, una disminución del agua en los estanques en los que habita, ocasionada por las constricciones actuales del ambiente, incluidos, por supuesto, el calentamiento global y la destrucción de la Amazonía.
De piel tóxica y colorida, estos anfibios diurnos son presas de culebras y otros depredadores, pero ahora también deben enfrentarse a un ambiente hostil en el que los renacuajos se mueren y hasta se comen unos a otros ante la falta de espacio y de agua.
Según apuntan los expertos, este descubrimiento, aparentemente anecdótico, se debe interpretar como un indicador de que las condiciones ambientales se están modificando, obligando a los anfibios a preocuparse más que antes en dejar un mayor número de descendientes y garantizar así la supervivencia de sus genes. Es decir, se adaptan y luchan por su supervivencia.
Sin embargo, también aeguran que esta flexibilidad tiene un límite y, en cualquier caso, no resulta beneficiosa a largo plazo.
Por ello, la especialista del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), Marina Rosales, aprovechó la noticia para adevertir que éste no es, ni mucho menos, un caso aislado, por lo que el ser humano debe emprender las acciones necesarias para mitigar los efectos adversos sobre el clima y la biodiversidad.
Así, durante miles de años, la madre sólo ponía uno o dos huevos y ni ella ni el macho abandonaba el hogar cuando se trataba de cuidar a las crías.
Ahora, gracias a una serie de análisis de agua y de larvas realizados en los últimos años por un catedrático peruano llamado Víctor Morales en los bosques tropicales de Tarapoto y del área de conservación de la Cordillera Escalera (al norte de Perú), se ha demostrado que el citado anfibio ha cambiado por completo su comportamiento reproductivo: ha dejado de ser monógama para pasar a practicar una actitud promiscua que le lleva a la caza de nuevos pretendientes que le garanticen su supervivencia.
¿La causa? Principalmente, una disminución del agua en los estanques en los que habita, ocasionada por las constricciones actuales del ambiente, incluidos, por supuesto, el calentamiento global y la destrucción de la Amazonía.
De piel tóxica y colorida, estos anfibios diurnos son presas de culebras y otros depredadores, pero ahora también deben enfrentarse a un ambiente hostil en el que los renacuajos se mueren y hasta se comen unos a otros ante la falta de espacio y de agua.
Según apuntan los expertos, este descubrimiento, aparentemente anecdótico, se debe interpretar como un indicador de que las condiciones ambientales se están modificando, obligando a los anfibios a preocuparse más que antes en dejar un mayor número de descendientes y garantizar así la supervivencia de sus genes. Es decir, se adaptan y luchan por su supervivencia.
Sin embargo, también aeguran que esta flexibilidad tiene un límite y, en cualquier caso, no resulta beneficiosa a largo plazo.
Por ello, la especialista del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), Marina Rosales, aprovechó la noticia para adevertir que éste no es, ni mucho menos, un caso aislado, por lo que el ser humano debe emprender las acciones necesarias para mitigar los efectos adversos sobre el clima y la biodiversidad.
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1 comentario:
Si es que está claro que ya ni las ranas aguantan mucho con la misma pareja hoy en día XDD Por qué todos los bichos que son de bonitos colores son venenosos?? Qué curioso :)
saluditos
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