El pasado 24 de diciembre perdía la vida por accidente en el popular 'Loro Parque' de Tenerife Alexis Martínez Hernández, un adiestrador de orcas, mientras se encontraba practicando un espectáculo con uno de los machos en la piscina de 12 metros y medio de profundidad.
Hoy leemos en los medios internacionales que la historia, por desgracia, se repite: el pasado miércoles perdía la vida a los 40 años (aproximadamente) Dawn Brancheau, una experimentada entrenadora de ballenas del parque temático SeaWorld de Florida (Estados Unidos), lugar en el ocurrió el incidente.
Nuevamente surge la disparidad en las versiones: mientras que uno de los paramédicos del lugar cataloga el fallecimiento de la mujer como accidental (según él, la entrenadora resbaló, cayó dentro del tanque y se ahogó), los medios de comunicación recogen los testimonios de visitantes que, al ser testigos presenciales, aseguran que la orca tomó a la mujer por la cintura, la azotó y la llevó bajo el agua, agregando además que las sirenas comenzaron a sonar y todo el mundo fue forzado a evacuar el área de inmediato.
Como es de prever en casos así, involucran también al animal, llamado “Tilikum”, en varios incientes previos similares, incluyendo la muerte de un entrenador en Canadá en 1991. Por su parte, los responsables apelan a una investigación que determinará si fue un accidente o un ataque lo que acabó con la vida de Dawn (y cuyos resultados intuyo jamás conoceremos).
Los trágicos hechos han provocado que el centro reciba numerosos pedidos de liberación y hasta de sacrificio para el animal. En una polémica decisión, las autoridades no sólo se han resistido a estas sino que también han asegurado que, a pesar de haberse suspendido todos los espectáculos con Tilikum, el personal seguirá interactuando con él.
El debate sigue abierto, aunque quizás con más fuerza: ¿qué hacer con las orcas que viven en cautividad?
Pero ¿qué más puede añadir una sobre el tema cuando está casi segura de que la mayoría opinamos igual sobre el tema?
Me apenan terriblemente estas historias con un final tan trágico y más aún sabiendo que quien pierde la vida lo hace, posiblemente, a causa de una pasión irrefrenable hacia los animales. Sin embargo, todos sabemos que nada de esto suedería si unos seres nacidos, fundamentalmente, para ser libres no se encontraran en el lugar que no les corresponde.
Como es de prever en casos así, involucran también al animal, llamado “Tilikum”, en varios incientes previos similares, incluyendo la muerte de un entrenador en Canadá en 1991. Por su parte, los responsables apelan a una investigación que determinará si fue un accidente o un ataque lo que acabó con la vida de Dawn (y cuyos resultados intuyo jamás conoceremos).
Los trágicos hechos han provocado que el centro reciba numerosos pedidos de liberación y hasta de sacrificio para el animal. En una polémica decisión, las autoridades no sólo se han resistido a estas sino que también han asegurado que, a pesar de haberse suspendido todos los espectáculos con Tilikum, el personal seguirá interactuando con él.
El debate sigue abierto, aunque quizás con más fuerza: ¿qué hacer con las orcas que viven en cautividad?
Pero ¿qué más puede añadir una sobre el tema cuando está casi segura de que la mayoría opinamos igual sobre el tema?
Me apenan terriblemente estas historias con un final tan trágico y más aún sabiendo que quien pierde la vida lo hace, posiblemente, a causa de una pasión irrefrenable hacia los animales. Sin embargo, todos sabemos que nada de esto suedería si unos seres nacidos, fundamentalmente, para ser libres no se encontraran en el lugar que no les corresponde.
Puedes leer la noticia original, en su medio de procedencia.
6 comentarios:
què terrible lo del ataque, si al finla resulta cierto. la orca tampoco estará bien de la cabeza la pobre. todo el día encerrada....
Descanse en paz. Una pena.
En parte, yo comprendo que los zoos, parques temáticos y este tipo de atracciones acercan al público animales que muchos de nosotros jamás podríamos ver en vivo de otro modo. Estoy segura de que los ejemplares están bien cuidados, pero eso no les elimina el instinto animal que tienen y que hace que, a veces, reaccionen como lo que son, animales, por mucho que pretendamos humanizarlos.
saluditos
Lo vi en las noticias. pobre mujer, pero bueno, las orcas, por mucho que se les quiera amaestrar, no dejan de ser animales salvajes y cuando les sale el instinto son muy peligrosas.
Saludos
Gracias a todos por vuestros comentarios. Tengo novedades sobre la noticia (editaré la entrada para incluirlas): el zoo ha decidido no sacrificar al animal.
Por mi parte, estoy segura de que, de no ser una muerte accidental como dicen los paramédicos, fue el instinto 'juguetón' de la orca el que afloró.
Estos animales gozan una fama de asesinos bastante injusta, pero bien es cierto que pasan gran parte de su tiempo jugando y que muchos de esos juegos suyos son peligrosos al no ser capaces de medir ni sus fuerzas ni las consecuencias (obvio).
Un saludo.
Lamento terriblemente ambas perdidas humanas, pero como bien has dicho estos animales pertenecen al oceano. Es increible el acercamiento del ser humano a esta especie pero sin embargo, la cautividad no es lo mas sano, nos empenamos en cruzar las leyes de la naturaleza.
Todo aquel que se implica de esta manera con los animales, deberia de hacerlo en su medio.
Sacrificarlos? Porque? Ellos no eligieron estar alli y demasiado bien se portan. Vosotros tendriais un trato tan cordial si os tuvieran en cautividad?
Un abrazo.
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