viernes, 14 de mayo de 2010

Los lagartos, en peligro por el calentamiento global

Los lagartos y lagartijas son animales que consiguen la temperatura que necesitan para sobrevivir a través de medios externos. Regulan su cuerpo poniéndose al sol, a la sombra o sobre una piedra que ha absorbido previamente el calor. El cambio climático podría provocar la extinción del 20% de las especies de lagartos del planeta en 2080 porque condiciona esta termorregulación.

Megún las conclusiones de una investigación internacional dirigida por el investigador Barry Sinervo (de la Universidad de California) que alerta de que si no se reducen las emisiones de CO2 podrían desaparecer más de 1.200 especies de los saurios conocidos, es inevitable que en 2050 ya se hayan extinguido el 6% de las especies de lagartos de todo el mundo.

Un ejemplar de Sceloporus bicanthalis, una lagartija mexicana incluida en el estudio.

El descubrimiento se produjo por casualidad. Se estudiaban cambios biológicos en ciertas especies de lagartos cuando vieron que los reptiles ya no estaban presentes en algunos de sus emplazamientos habituales: tanto en Francia como en México se constataron extinciones locales cuyos patrones señalaban que el 50% de los lagartos mexicanos habían desaparecido.

A continuación los investigadores diseñaron un dispositivo electrónico con el que midieron durante cuatro meses las temperaturas a las que un lagarto 'asoleandose' estaría sometido. Los resultados revelaban que las temperaturas habían aumentado tanto en las últimas décadas que los lagartos no podían pasar fuera de sus refugios el tiempo suficiente para alimentarse o reproducirse adecuadamente.

Los expertos desarrollaron entonces un modelo matemático que extrapolaba los resultados empíricos obtenidos en México y otros lugares al resto del planeta.

Así, el calentamiento global deriva en dos problemas que conducen a los lagartos a la extinción: por un lado, las especies de montaña empiezan a extinguirse porque no se pueden reproducir por las altas temperaturas. Por otro, las especies entran en competencia entre sí porque los lagartos de tierras bajas suben en el terreno buscando aliviarse del calor.

La extinción paulatina de los saurios tendrá consecuencias en el ecosistema por su papel como depredadores y presas. Por un lado controlan plagas y cazan especies; por otro, también son cazados.

Los científicos son pesimistas en el horizonte de 2050. Ya no hay nada que hacer. El reto se desplaza al año 2080, donde con una reducción de la curva de CO2 se podría bajar el nivel de extinción de estos animales.

¿Llegaremos, si quiera, a plantearnoslo?

1 comentario:

Lillu dijo...

Francamente, no creo que nadie piense en los lagartos en su día a día :/ Son animales que no gozan de gran simpatía, aunque yo he conseguido cogerles mucho cariño desde que uno se coló en el patio de mi antigua casa. Lo alimentamos y allí lleva casi 3 años :)

saluditos