sábado, 7 de agosto de 2010

Nace una ceburra en EEUU

Pepita Mediaslargas, llamada así en honor a una heroína de la literatura infantil sueca, es la sensación de la Reserva Natural de Chestatee, en Estados Unidos.

La peculiaridad de esta ceburra (que es como han bautizado a la nueva especie) nacida el pasado el pasado mes de julio reside esencialmente en que su padre es una cebra y su madre una burra, por lo que presenta rasgos de ambos progenitores: la mayor parte de su cuerpo la pelambre y el color son de un burro, pero muestra franjas blancas y negras en las patas.

El equino engendrado mediante un cruce de cebra y burro (Foto: EFE | Vista en 20 Minutos).

Pese a que el fundador y gerente general de la reserva afirma que el acontecimiento ha sido toda una sorpresa porque, según él, "burros y cebras han estado retozando en los campos desde hace más de cuarenta años, pero ésta es la primera vez que ocurre aquí algo así", hay quienes afirman (en concreto una voluntaria de la reserva) que este señor ha estado tratando de producir un híbrido de cebra y burra durante más de 25 años.

El hecho de cobrar entrada a todo el que quiera visitar al animal (10 dólares por adulto y 5 dólares por niño), bien podría ayudar a decantarnos por la segunda opción...


Video: BBC Mundo.

4 comentarios:

Perséfone dijo...

Los medios han vendido la noticia como si fuera el primer y el único caso del mundo, pero no es así.

Sin ir más lejos, este mismo año en Mallorca nació Alpín, otro híbrido de esas dos especies, cuyo aspecto es muy similar a esta "ceburra".

¿Qué os parece el animalito? ¿Y lo e cobrar entrada para poder verle? Pensé que la época del circo de las bestias ya había pasado.

Aunque claro, ahí tenemos a los zoos también...

Un saludo.

Rubén dijo...

Que cosas tiene la madre naturaleza. Algún día nos sorprenderemos con cruces tan curiosos como pecinejos y cerdifantes :D ... quien sabe.
Un saludo!

YoSusan dijo...

Es preciosa.
Mientras se trate de negocio nada pasa con el tiempo , Perse, los humanos somos así.
Un abrazo

José R. González dijo...

No tenía ni idea de que fuera posible genéticamente. No sé si será por mi desconfianza hacia estas cosas pero me da la impresión de que alguien ha estado jugando a ser dios. Un abrazo