lunes, 18 de octubre de 2010

El salmón español pierde sus señas de identidad

El cambio climático y la acción humana están poniendo en peligro las características genéticas propias de las poblaciones de los salmones españoles. Así lo ha advierte un estudio de investigadores británicos y españoles.

Los científicos se centraron en los salmones atlánticos en Asturias para determinar los factores que minaban sus estructuras de población, y que pueden provocar consecuencias negativas a largo plazo.

El salmón desarrolla estructuras poblacionales muy diferentes por su capacidad de llegar a los ríos en los que han nacido. Estos ejemplares pueden desarrollar rápidamente perfiles genéticos que se establecen como definitivos. Y es lo que tenemos que preservar, porque estas características se producen gracias a la química del río o la capacidad de los peces para adaptarse a los cambios de temperatura, entre otros.

Un salmón subiendo un río para desovar (Foto: REUTERS).

Esas estructuras, no pueden desaparecer porque las poblaciones locales tienen una capacidad de adaptación que puede dar ventaja a los peces dentro del río.

Según el último censo realizado la semana pasada por la Consejería de Medio Ambiente de Asturias, quedan 3.711 salmones en los ríos del Principado (Esva, Nalón-Narcea, Sella y Cares-Deva). Más de la mitad, un 54,59% eran salmones reproductores con "varios años de mar", y 1.650 restantes, ejemplares de un año (añales).

Pero introducir diferentes poblaciones no sería beneficioso porque, aunque puedan ser más grandes y crezcan más rápido, su tasa de supervivencia sería mínima al volver a los ríos para desovar.

Y aunque la introducción de pescado extranjero se haya frenado, sobre todo desde 1992, otros factores, como los cambios de la temperatura del agua ponen en peligro las características genéticas y las estructuras poblacionales de los salmones asturianos.

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