Una de las muchas aplicaciones de la dinámica de fluidos es calcular cuál es la velocidad óptima en la que los perros deben sacudirse lo más eficientemente posible para secar su piel. Así lo creen al menos un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.), como lo prueban en un trabajo reciente.
Para ello, el equipo, dirigido por Andrew Dickerson, grabó a varios canes, como lo muestran en este vídeo y lo compararon con el movimiento de otros animales de distintos tamaños.
Para ello, el equipo, dirigido por Andrew Dickerson, grabó a varios canes, como lo muestran en este vídeo y lo compararon con el movimiento de otros animales de distintos tamaños.
Además, diseñaron un modelo matemático en el que incluyeron los procesos físicos involucrados, la teoría de que es la tensión superficial entre el agua y el pelo lo que mantiene al perro mojado y formularon una ecuación que calcula la frecuencia de oscilación.
De esta manera comprobaron que dicha frecuencia en un perro labrador es 4,3 Hz, en ratones es de 27 Hz y en osos es de 4 Hz. Por ello, cuanto más grande es el animal, más lento se puede agitar para lograr secados comparables, aunque la relación no es lineal. No obstante, se acerca a un límite de 4 Hz cuando el animal crece en tamaño.
Además, descubrieron que los tipos de piel del animal también son importantes a la hora de las diferencias en el secado final.
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1 comentario:
Datos impresinantes sin duda. Yo lo observo en Milo, con su pelaje y su tamaño medio grande...ufff, la de agua que desparrama es inmensa y ¿la velocidad?, se la dejo a los científicos.
Besitos.
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