Los cárabos comunes –también llamados autillos o búhos leonados- se vuelven marrones para sobrevivir en climas más cálidos, afirman científicos de Finlandia.
El color de las plumas de este tipo de búho es hereditario, y las grises son dominantes sobre las marrones. Pero un reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, afirma haber descubierto que cada vez hay más cárabos marrones.
Según los científicos, es probable que los cárabos grises desaparezcan a medida que los inviernos son vuelven más cálidos. Y es que de su trabajo se desprende que estas aves están evolucionando en respuesta al cambio climático.
Patrik Karell, investigador de la Universidad de Helsinki, quien dirigió el estudio, recopiló datos de estudios a largo plazo realizados sobre cárabos en Finlandia durante los últimos 30 años.
Los cárabos se dividen en dos categorías en función del plumaje: marrones y grises.
El color del plumaje de un cárabo no cambia a lo largo de su vida, por lo que Karell y sus colegas usaron los datos para crear "mapas de colores" de las parejas reproductoras y sus crías. Dichos mapas mostraron que el color del plumaje es hereditario: las parejas de plumaje gris tenían la "versión" gris del gen que codifica el color de su plumaje, por lo que producían descendencia gris.
En el caso de las parejas de diferentes colores, el gris era "dominante", lo que significa que es probable que un pichón que hereda genes de ambos colores tenga plumaje gris.
El equipo examinó los datos, que fueron compilados por investigadores del Museo de Historia Natural de Finlandia.
Esto puso de manifiesto que, en los años en que el invierno fue particularmente duro, hubo una mayor tasa de mortalidad en la población búhos marrones, algo que podría deberse a que los marrones les resultan más visibles a los depredadores cuando hay una capa de nieve gruesa.
Estudios genéticos anteriores también sugieren que los cárabos marrones puede tener otras desventajas en comparación con sus pares grises, como un sistema inmunológico más débil y mayores tasas metabólicas, lo que significa que necesitan más alimento para poder sobrevivir.
Pero a medida que los inviernos se han vuelto más cálidos y las capas de nieve son más delgadas, las poblaciones de color marrón rojizo han aumentado considerablemente: los cárabos marrones, que antes constituían el 30% de la población de cárabos en Finlandia, ahora son el 50%.
Su supervivencia ha mejorado a medida que los inviernos se han vuelto más cálidos. En otras palabras, la selección basada en el clima ha provocado un cambio evolutivo en la población.
Los resultados también sugieren que el cambio climático podría, en algunas especies, reducir el número y la variedad de características que pueden ser heredadas. Si los cárabos grises desaparecieran de la "reserva genética", por ejemplo, no quedaría más que una versión del gen del color.
El color de las plumas de este tipo de búho es hereditario, y las grises son dominantes sobre las marrones. Pero un reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, afirma haber descubierto que cada vez hay más cárabos marrones.
Según los científicos, es probable que los cárabos grises desaparezcan a medida que los inviernos son vuelven más cálidos. Y es que de su trabajo se desprende que estas aves están evolucionando en respuesta al cambio climático.
Patrik Karell, investigador de la Universidad de Helsinki, quien dirigió el estudio, recopiló datos de estudios a largo plazo realizados sobre cárabos en Finlandia durante los últimos 30 años.
Los cárabos se dividen en dos categorías en función del plumaje: marrones y grises.
El color del plumaje de un cárabo no cambia a lo largo de su vida, por lo que Karell y sus colegas usaron los datos para crear "mapas de colores" de las parejas reproductoras y sus crías. Dichos mapas mostraron que el color del plumaje es hereditario: las parejas de plumaje gris tenían la "versión" gris del gen que codifica el color de su plumaje, por lo que producían descendencia gris.
En el caso de las parejas de diferentes colores, el gris era "dominante", lo que significa que es probable que un pichón que hereda genes de ambos colores tenga plumaje gris.
El equipo examinó los datos, que fueron compilados por investigadores del Museo de Historia Natural de Finlandia.
Esto puso de manifiesto que, en los años en que el invierno fue particularmente duro, hubo una mayor tasa de mortalidad en la población búhos marrones, algo que podría deberse a que los marrones les resultan más visibles a los depredadores cuando hay una capa de nieve gruesa.
Estudios genéticos anteriores también sugieren que los cárabos marrones puede tener otras desventajas en comparación con sus pares grises, como un sistema inmunológico más débil y mayores tasas metabólicas, lo que significa que necesitan más alimento para poder sobrevivir.
Pero a medida que los inviernos se han vuelto más cálidos y las capas de nieve son más delgadas, las poblaciones de color marrón rojizo han aumentado considerablemente: los cárabos marrones, que antes constituían el 30% de la población de cárabos en Finlandia, ahora son el 50%.
Su supervivencia ha mejorado a medida que los inviernos se han vuelto más cálidos. En otras palabras, la selección basada en el clima ha provocado un cambio evolutivo en la población.
Los resultados también sugieren que el cambio climático podría, en algunas especies, reducir el número y la variedad de características que pueden ser heredadas. Si los cárabos grises desaparecieran de la "reserva genética", por ejemplo, no quedaría más que una versión del gen del color.
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1 comentario:
La naturaleza es increible, siempre adaptandose a las necesidades.
Saludo de una veterinaria!
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