En 2011 el mochuelo ha sido elegida ave del año por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Se trata de un pequeño cazador nocturno cuyas poblaciones están en franco declive en nuestro país. El número de mochuelos en España ha descendido más de un 40% en la última década: se estima que hoy existen alrededor de 50.000 parejas de mochuelos en nuestro país
El abandono del medio rural y la intensificación de los cultivos son las principales amenazas para esta ave nocturna, que fue elegida por los socios de SEO/BirdLife como Ave del Año en el último Congreso Español de Ornitología celebrado recientemente en Tremp (Lleida)
A lo largo de más de 20 años el ave elegida ha simbolizado algunas de las amenazas más significativas que sufre nuestra avifauna. El urogallo, la avutarda, el águila imperial o el buitre negro han sido algunas de las más destacadas. Su objetivo sido llamar la atención sobre la delicada situación en la que se encuentra cada una de estas especies y sus hábitats.
El mochuelo europeo se convierte así en la especie protagonista de este año para llamar la atención sobre su estado de conservación, las amenazas que presenta y cómo todos podemos contribuir a mejorar sus poblaciones.
En esta ocasión el mochuelo reclama las miradas de todos, pero especialmente del mundo rural, puesto que su declive, más de un 40% en la última década en España, está ocasionado principalmente por los cambios en la agricultura.
Durante muchos años el mochuelo se ha beneficiado de las actividades humanas en el sector agrícola y gracias a ello sus poblaciones aumentaron considerablemente. Paralelamente el mochuelo fue y es uno de los mejores aliados del agricultor, ya que combate las plagas de roedores y langostas de forma natural y sin el coste que conlleva la utilización de productos químicos.
Sin embargo, la intensificación agrícola y los cambios del uso del suelo experimentados en las últimas décadas han tenido un efecto completamente negativo, rompiéndose el beneficio mutuo entre el hombre y el mochuelo.
La eliminación de lindes, árboles viejos o setos, en zonas agrícolas, unido al abandono de los cultivos tradicionales y del pastoreo extensivo en otras regiones ha provocado que el hábitat que necesita el mochuelo (lugares abiertos, donde reproducirse y posaderos para acechar a sus presas) se haya modificado. Otros peligros para la especie son el uso de plaguicidas, fungicidas y herbicidas ligados a la agricultura intensiva o el uso de venenos para el control de plagas agrarias; además de los atropellos o la caza ilegal.
El abandono del medio rural y la intensificación de los cultivos son las principales amenazas para esta ave nocturna, que fue elegida por los socios de SEO/BirdLife como Ave del Año en el último Congreso Español de Ornitología celebrado recientemente en Tremp (Lleida)
A lo largo de más de 20 años el ave elegida ha simbolizado algunas de las amenazas más significativas que sufre nuestra avifauna. El urogallo, la avutarda, el águila imperial o el buitre negro han sido algunas de las más destacadas. Su objetivo sido llamar la atención sobre la delicada situación en la que se encuentra cada una de estas especies y sus hábitats.
El mochuelo europeo se convierte así en la especie protagonista de este año para llamar la atención sobre su estado de conservación, las amenazas que presenta y cómo todos podemos contribuir a mejorar sus poblaciones.
En esta ocasión el mochuelo reclama las miradas de todos, pero especialmente del mundo rural, puesto que su declive, más de un 40% en la última década en España, está ocasionado principalmente por los cambios en la agricultura.
Durante muchos años el mochuelo se ha beneficiado de las actividades humanas en el sector agrícola y gracias a ello sus poblaciones aumentaron considerablemente. Paralelamente el mochuelo fue y es uno de los mejores aliados del agricultor, ya que combate las plagas de roedores y langostas de forma natural y sin el coste que conlleva la utilización de productos químicos.
Sin embargo, la intensificación agrícola y los cambios del uso del suelo experimentados en las últimas décadas han tenido un efecto completamente negativo, rompiéndose el beneficio mutuo entre el hombre y el mochuelo.
La eliminación de lindes, árboles viejos o setos, en zonas agrícolas, unido al abandono de los cultivos tradicionales y del pastoreo extensivo en otras regiones ha provocado que el hábitat que necesita el mochuelo (lugares abiertos, donde reproducirse y posaderos para acechar a sus presas) se haya modificado. Otros peligros para la especie son el uso de plaguicidas, fungicidas y herbicidas ligados a la agricultura intensiva o el uso de venenos para el control de plagas agrarias; además de los atropellos o la caza ilegal.
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2 comentarios:
Me encanta el mochuelo, es impresionante encontrarse uno por la noche. Me alegro.
Un beso.
Realmente un animal fascinante y de penetrante mirada. Saludos.
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