lunes, 25 de abril de 2011

El ave más amenazada de España, regresa a Tablas de Daimiel

Las Tablas de Daimiel son protagonistas estos días de un incesante ir y venir de visitantes que acuden atraídos por el buen estado que presenta el humedal manchego, pero otros muchos acuden con la intención de observar las miles de aves de distintas especies que encuentran acomodo en este lugar.

Una de las especies que concitan el interés de naturalistas y ornitólogos es la focha moruna, un ave que se ha convertido en una rareza dado el escaso número de ejemplares que existe y su restringida presencia en humedales de la Península Ibérica.

La recuperación de Las Tablas de Daimiel como ecosistema húmedo ha permitido que dos parejas de esta especie se hayan asentado en este lugar y, según los técnicos del Parque, es probable que alguna de estas parejas pueda llegar a criar después de muchas décadas ausente de este espacio.

El último censo de focha moruna publicado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) en 2007 estimaba la población reproductora en España en 96 parejas, de las que el 80 por ciento cría en Andalucía, el 10 por ciento en humedales valencianos y el 5 por ciento en las Islas Baleares y Cataluña.

Según este mismo censo, la población española de focha moruna estuvo prácticamente extinguida en la década de los años 90, quedando relegada la población a unas pocas parejas en varias lagunas gaditanas.

Desde entonces, la especie ha sufrido fluctuaciones extremas en el número de efectivos reproductores, que ha visto cómo se recuperaba en la última década debido a diversas iniciativas, como la puesta en marcha de programas de cría en cautividad que se están desarrollando en Andalucía y la Comunidad Valenciana.

Otras de las causas que ha hecho posible una tímida recuperación del aumento de la población ha sido el desarrollo de programas de reintroducción y la recuperación hídrica, que han registrado algunos humedales como consecuencia del último período de lluvias, señala el Libro Rojo de las Aves de España de la Dirección General para la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.

El ejemplo más significativo de estos casos es el del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel que hace tan sólo unos años se encontraba seco y después de mantenerse inundado por segundo año consecutivo ha comenzado a albergar especies de las que hacía lustros que no se tenía constancia.

A pesar de la mejoría que ha sufrido la población de focha moruna, esta especie sigue estando en grave peligro de extinción debido, fundamentalmente, a la pérdida y degradación de sus hábitats y a la caza por confusión con la especie cinegética focha común (fulica atra).