El análisis del genoma del demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) podría ayudar a su conservación. Según un estudio publicado hoy en la revista PNAS, conocer los genes de esta especie permitirá mejorar su cría en cautividad. Este marsupial carnívoro, endémico de la isla de Tasmania (Australia), se convirtió en 2008 en especie amenazada debido a un tipo de cáncer que ha reducido de forma alarmante su población durante la última década.
Han pasado más de 15 años desde que este marsupial comenzara a librar una batalla contra la enfermedad que puede acabar con su especie. El denominado tumor facial del demonio de Tasmania (DFTD, por sus siglas en inglés) fue observado por primera vez en 1996 y ha sido el responsable de la muerte de hasta el 90% de los demonios en ciertas zonas de Tasmania. El DFTD es un cáncer contagioso que se transmite por contacto físico y que produce grandes malformaciones en el hocico del animal.
Las actuales técnicas de conservación se han centrado en mantener y criar en cautividad a individuos provenientes de las regiones más afectadas por el cáncer. Además, según afirman los autores del estudio, la captura de demonios para la cría en cautividad se ha llevado a cabo sin tener en cuenta la diversidad genética. Precisamente la baja diversidad entre los demonios es una de las causas que ha facilitado la propagación del DFTD. Cuando un demonio enfermo entra en contacto con uno sano se puede producir un intercambio de tejidos que pueden contener células tumorales. La semejanza genética provoca que el sistema inmune del anfitrión no identifique estas células invasoras como ajenas, con lo que el cáncer se propaga con rapidez.
La secuencia del genoma del demonio permitirá ahora que la cría en cautividad se realice atendiendo a la diversidad genética, de modo que esta "se pueda preservar e incluso ampliar", según afirma el autor principal del estudio, Stephan Schuster, de la Universidad Estatal de Penn (EEUU). El estudio asegura que la aplicación de estas técnicas para la conservación servirá "para crear demonios más fuertes y resistentes a este tipo de cáncer". Además, el análisis del genoma podría ayudar a los investigadores "a entender la base genética de la resistencia de algunos demonios al DFTD", afirma Schuster.
Para obtener la secuencia del genoma, los investigadores han trabajado con dos demonios, un macho llamado Cedric, y Spirit, una hembra enferma de DFTD. También han trabajado con tejidos disponibles en algunos museos.
El demonio de Tasmania pasó a ser el marsupial carnívoro más grande del mundo tras la desaparición del lobo de Tasmania. Actualmente es una de las 49 especies de mamíferos en riesgo de extinción en Australia, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Estudios recientes aseguran que en apenas cinco años el DFTD se podría propagar por todo el hábitat de los demonios, de modo que "la extinción total es una posibilidad real", afirma Schuster.
Han pasado más de 15 años desde que este marsupial comenzara a librar una batalla contra la enfermedad que puede acabar con su especie. El denominado tumor facial del demonio de Tasmania (DFTD, por sus siglas en inglés) fue observado por primera vez en 1996 y ha sido el responsable de la muerte de hasta el 90% de los demonios en ciertas zonas de Tasmania. El DFTD es un cáncer contagioso que se transmite por contacto físico y que produce grandes malformaciones en el hocico del animal.
Las actuales técnicas de conservación se han centrado en mantener y criar en cautividad a individuos provenientes de las regiones más afectadas por el cáncer. Además, según afirman los autores del estudio, la captura de demonios para la cría en cautividad se ha llevado a cabo sin tener en cuenta la diversidad genética. Precisamente la baja diversidad entre los demonios es una de las causas que ha facilitado la propagación del DFTD. Cuando un demonio enfermo entra en contacto con uno sano se puede producir un intercambio de tejidos que pueden contener células tumorales. La semejanza genética provoca que el sistema inmune del anfitrión no identifique estas células invasoras como ajenas, con lo que el cáncer se propaga con rapidez.
La secuencia del genoma del demonio permitirá ahora que la cría en cautividad se realice atendiendo a la diversidad genética, de modo que esta "se pueda preservar e incluso ampliar", según afirma el autor principal del estudio, Stephan Schuster, de la Universidad Estatal de Penn (EEUU). El estudio asegura que la aplicación de estas técnicas para la conservación servirá "para crear demonios más fuertes y resistentes a este tipo de cáncer". Además, el análisis del genoma podría ayudar a los investigadores "a entender la base genética de la resistencia de algunos demonios al DFTD", afirma Schuster.
Para obtener la secuencia del genoma, los investigadores han trabajado con dos demonios, un macho llamado Cedric, y Spirit, una hembra enferma de DFTD. También han trabajado con tejidos disponibles en algunos museos.
El demonio de Tasmania pasó a ser el marsupial carnívoro más grande del mundo tras la desaparición del lobo de Tasmania. Actualmente es una de las 49 especies de mamíferos en riesgo de extinción en Australia, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Estudios recientes aseguran que en apenas cinco años el DFTD se podría propagar por todo el hábitat de los demonios, de modo que "la extinción total es una posibilidad real", afirma Schuster.
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1 comentario:
Es una buena noticia, sin duda. Ojalá lleven un buen calendario en la recuperación de los Demonios. Me alucina la cantidad de mamíferos que están en peligro grave de extinción. Y me da rabia no poder ver jamás un Lobo Marsupial vivo, con lo requeinteresantes que eran. Ojalá estemos a tiempo con tantos mamíferos.
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