La red de expoliadores de nidos de aves rapaces protegidas que ha desarticulado la Guardia Civil tenía en su poder 101 ejemplares vivos y otros 11 muertos. Finalmente, 16 personas han sido detenidas en los 21 registros practicados en nueve provincias españolas.
Según ha informado hoy la Guardia Civil, la trama se dedicaba a robar en nidos de especies protegidas. Luego, falsificaban la documentación para poder blanquear el origen de esos animales, protegidos por la legislación al estar en peligro de extinción.
En el transcurso de la operación, los agentes pudieron comprobar "la relación de algunas de estas personas con el proyecto de recuperación del águila imperial [financiado por la Junta de Andalucía] y que igualmente podrían haber expoliado nidos de águilas imperiales para presentar los polluelos como obtenidos en el centro gestionado por los detenidos, logrando mantener así el aporte de subvenciones".
La red estaba formada, según la Guardia Civil, por "personas aficionadas a la práctica de la cetrería o, simplemente, a coleccionar rapaces en sus domicilios" que se dedicaba presuntamente al expolio de los nidos y a la falsificación de la documentación. Los agentes calculan que, en los últimos años, "podrían haber sido expoliadas centenares de rapaces de diferentes especies".
La operación, a cargo de la Unidad Central Operativa Medioambiental (Ucoma), arrancó en enero de 2011, se "tuvo conocimiento de la posible existencia de la práctica de actividades expoliadoras en algunos nidos de la provincia de Ciudad Real, con posibles conexiones ajenas a esa provincia". Finalmente, se han producido detenciones en Ciudad Real, Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén, Murcia, Vizcaya, Pontevedra y Oviedo. Entre las especies afectadas están águilas harris, halcones canarios, halcones peregrinos, cernícalos, cernícalos americanos, azores, gavilanes bicolor, gavilanes europeos, híbrido de esmerejón y peregrino, búhos, búhos stryx, autillos, mochuelos boreal, gerifaltes e híbrido de gerifalte con sacre.
La red no siempre acertaba en sus prácticas expoliadoras. Según ha podido comprobar la Guardia Civil, se produjo "un error de bulto" al sustraer de un nido un ejemplar de águila real en lugar de imperial.
Según ha informado hoy la Guardia Civil, la trama se dedicaba a robar en nidos de especies protegidas. Luego, falsificaban la documentación para poder blanquear el origen de esos animales, protegidos por la legislación al estar en peligro de extinción.
En el transcurso de la operación, los agentes pudieron comprobar "la relación de algunas de estas personas con el proyecto de recuperación del águila imperial [financiado por la Junta de Andalucía] y que igualmente podrían haber expoliado nidos de águilas imperiales para presentar los polluelos como obtenidos en el centro gestionado por los detenidos, logrando mantener así el aporte de subvenciones".
La red estaba formada, según la Guardia Civil, por "personas aficionadas a la práctica de la cetrería o, simplemente, a coleccionar rapaces en sus domicilios" que se dedicaba presuntamente al expolio de los nidos y a la falsificación de la documentación. Los agentes calculan que, en los últimos años, "podrían haber sido expoliadas centenares de rapaces de diferentes especies".La operación, a cargo de la Unidad Central Operativa Medioambiental (Ucoma), arrancó en enero de 2011, se "tuvo conocimiento de la posible existencia de la práctica de actividades expoliadoras en algunos nidos de la provincia de Ciudad Real, con posibles conexiones ajenas a esa provincia". Finalmente, se han producido detenciones en Ciudad Real, Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén, Murcia, Vizcaya, Pontevedra y Oviedo. Entre las especies afectadas están águilas harris, halcones canarios, halcones peregrinos, cernícalos, cernícalos americanos, azores, gavilanes bicolor, gavilanes europeos, híbrido de esmerejón y peregrino, búhos, búhos stryx, autillos, mochuelos boreal, gerifaltes e híbrido de gerifalte con sacre.
La red no siempre acertaba en sus prácticas expoliadoras. Según ha podido comprobar la Guardia Civil, se produjo "un error de bulto" al sustraer de un nido un ejemplar de águila real en lugar de imperial.
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1 comentario:
En primer lugar felicitar al Seprona por haber llevado a cabo esta investigación.
Felicitarnos de que las denuncias de grupos ecologistas hayan servido para poner a descubierto esto.
Manifestar la indignaición que se puede sentir por saber la falta de escrúpulos los funcionarios hasta donde llega.
Manifestar que por desgracia la indignación es mucho mayor que la sorpresa.
Y esperar que no salgan de rositas ninguno de los implicados, y que de demostrarse la culpabilidad de los funcionarios, se les inhabilite.
Y esperar mayor transparencia de las instituciones que gestionan los programas de cría, y el dinero de las subvenciones tan jugoso que manejan.
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