Vive en las profundidades del océano, donde reina la oscuridad, así que su sentido de la vista está muy poco desarrollado. En estas precarias condiciones, las ocasiones para que el calamar 'Octopoteuthis deletron' consiga una compañera sexual son bastante reducidas, de modo que los machos de esta especie no desaprovechan ninguna oportunidad para intentar procrear: En cuanto se encuentra con otro miembro de su especie, se aparea.
No importa si es macho o hembra. De hecho, los científicos que durante veinte años han espiado su comportamiento sexual con cámaras instaladas en vehículos submarinos creen que no es capaz de distinguir el sexo de sus compañeros sexuales.
El calamar 'Octopoteuthis deletron' mide unos 12 centímetros de longitud y tiene varios tentáculos. Su hábitat se encuentra entre los 400 y los 800 metros de profundidad, lo que ha contribuido a que este animal haya sido poco estudiado hasta ahora. Los científicos ya sabían que los machos tienen un órgano sexual similar al pene que utilizan para depositar su esperma en las hembras.
Las cámaras que han vigilado a este animal en California (EEUU) han permitido, por tanto, profundizar en su conocimiento. Los resultados han sorprendido a los científicos del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI), que hasta ahora no sabían que este calamar es bisexual.
Para llevar a cabo su estudio, utilizaron vehículos submarinos robóticos, que eran operados remotamente. La mayoría de las imágenes se tomaron en el cañón submarino de Monterey, cerca de la costa de California, entre 1992 y 2011.
Los oceanógrafos detectaron que tanto los machos como las hembras llevaban en su zona dorsal depósitos de esperma, por lo que concluyeron que los machos copulan con cualquier miembro de su especie. La frecuencia con la que hallaron machos y hembras con depósitos de esperma era similar, lo que sugiere que para estos animales es tan frecuente aparearse con machos como con hembras.
Asimismo, encontraron esperma en gran cantidad de ejemplares, lo que les hace pensar que su comportamiento sexual es promiscuo. Los investigadores creen que su promiscuidad se enmarca dentro de su estrategia sexual. Los machos intentan reproducirse en un medio hostil, por lo que no dejan pasar ninguna oportunidad para intentar tener descendencia y preservar sus genes, pues sus vidas son bastante cortas. Su objetivo es fecundar a cualquier calamar que encuentre a su paso ya que, teniendo en cuenta la amplitud de la zona en la que viven, no es tan fácil toparse con un ejemplar.
En total, las cámaras grabaron a 108 ejemplares aunque en 54 casos los científicos no fueron capaces de detectar el sexo del calamar, su edad aproximada o la presencia de depósitos de esperma. Sí fueron capaces de distinguir el sexo en 39 calamares (19 eran hembras y 20 machos). De este grupo, 9 machos y 10 hembras tenían esperma en su zona dorsal o en el vientre.
Los biólogos han detectado estrategias sexuales similares en otras especies marinas y terrestres. Los pulpos, los pingüinos, los delfines y algunos primates por ejemplo, también mantienen relaciones homosexuales.
No importa si es macho o hembra. De hecho, los científicos que durante veinte años han espiado su comportamiento sexual con cámaras instaladas en vehículos submarinos creen que no es capaz de distinguir el sexo de sus compañeros sexuales.
El calamar 'Octopoteuthis deletron' mide unos 12 centímetros de longitud y tiene varios tentáculos. Su hábitat se encuentra entre los 400 y los 800 metros de profundidad, lo que ha contribuido a que este animal haya sido poco estudiado hasta ahora. Los científicos ya sabían que los machos tienen un órgano sexual similar al pene que utilizan para depositar su esperma en las hembras.
Las cámaras que han vigilado a este animal en California (EEUU) han permitido, por tanto, profundizar en su conocimiento. Los resultados han sorprendido a los científicos del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI), que hasta ahora no sabían que este calamar es bisexual.
Para llevar a cabo su estudio, utilizaron vehículos submarinos robóticos, que eran operados remotamente. La mayoría de las imágenes se tomaron en el cañón submarino de Monterey, cerca de la costa de California, entre 1992 y 2011.
Los oceanógrafos detectaron que tanto los machos como las hembras llevaban en su zona dorsal depósitos de esperma, por lo que concluyeron que los machos copulan con cualquier miembro de su especie. La frecuencia con la que hallaron machos y hembras con depósitos de esperma era similar, lo que sugiere que para estos animales es tan frecuente aparearse con machos como con hembras.
Asimismo, encontraron esperma en gran cantidad de ejemplares, lo que les hace pensar que su comportamiento sexual es promiscuo. Los investigadores creen que su promiscuidad se enmarca dentro de su estrategia sexual. Los machos intentan reproducirse en un medio hostil, por lo que no dejan pasar ninguna oportunidad para intentar tener descendencia y preservar sus genes, pues sus vidas son bastante cortas. Su objetivo es fecundar a cualquier calamar que encuentre a su paso ya que, teniendo en cuenta la amplitud de la zona en la que viven, no es tan fácil toparse con un ejemplar.
En total, las cámaras grabaron a 108 ejemplares aunque en 54 casos los científicos no fueron capaces de detectar el sexo del calamar, su edad aproximada o la presencia de depósitos de esperma. Sí fueron capaces de distinguir el sexo en 39 calamares (19 eran hembras y 20 machos). De este grupo, 9 machos y 10 hembras tenían esperma en su zona dorsal o en el vientre.
Los biólogos han detectado estrategias sexuales similares en otras especies marinas y terrestres. Los pulpos, los pingüinos, los delfines y algunos primates por ejemplo, también mantienen relaciones homosexuales.
Puedes leer la noticia original, en su fuente de procedencia.
1 comentario:
Q buena entrada! me gusto el articulo
Publicar un comentario