Las fuerzas involucradas cuando el pájaro carpintero taladra en busca de insectos son mil veces más fuertes que la fuerza de gravedad, suficiente como para reducir un cerebro humano a pulpa. Sin embargo, el equipo, de la Universidad de Beihang, en Pekín y la Universidad Politécnica de Hong Kong, descubrió que el golpe es abosorbido por una compleja combinación de huesos esponjosos en el cráneo y la desigual extensión de los maxilares superior e inferior.
El grupo espera que este estudio les permita impedir lesiones a la cabeza en los seres humanos. Precisamente con esta intención, planenan utilizar el principio descubierto para diseñar nuevos equipos para proteger la cabeza.
El grupo espera que este estudio les permita impedir lesiones a la cabeza en los seres humanos. Precisamente con esta intención, planenan utilizar el principio descubierto para diseñar nuevos equipos para proteger la cabeza.
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