Hubo un tiempo en que los elefantes deambulaban por la Tierra como las ballenas por el agua, siguiendo ancestrales rutas migratorias arraigadas en sus memorias prodigiosas. Sin embargo, en la actualidad, cuando no los matan para obtener sus colmillos o su carne, tienen que luchar contra la pérdida de hábitat, ocasionada por la presión de la población humana y las sequías.
Pese a la sensación de desesperaza que ésto ocasiona, aún tenemos la posibilidad de contar grandes ejemplos de empatia hacia el reino animal en general y, en concreto, hacia el mayor animal terrestre.
Por eso quiero compartir con vosotros un interesantísimo reportaje, publicado por la edición española de National Geographic, sobre el Orfanato de Elefantes de Nairobi del David Sheldrick Wildlife Trust, el centro de rescate y rehabilitación de elefantes huérfanos con más éxito del mundo que hace las veces de hogar para 18 crías de elefante.
En este lugar se acogen elefantes de toda Kenya, muchos de ellos víctimas de la caza furtiva o de los conflictos entre animales y humanos, y los cuidan hasta que superan la edad lactante. Una vez están curados y recuperados, los trasladan a más de 160 kilómetros al sudeste, a uno de los dos centros de acogida del Parque Nacional del Tsavo, lugar en el que, cada uno a su ritmo, entre los ocho y diez años, hacen la transición gradual de vuelta al medio natural que los vio nacer.
Resulta paradójico que la situación de estos paquidermos sea tan extrema que su peor enemigo –el ser humano– se haya convertido también su única esperanza. Precisamente por ello os recomiendo encarecidamente leer el artículo completo, que además de ofrecernos una preciosa galeria de fotos, se incluye un video en el que los cuidadores explican lo que tienen que hacer para curar a estos animales traumatizados que no os podeís perder. Podeís acceder a él pinchando el siguiente enlace:
2 comentarios:
Hola!
Estuve en el orfanato en 2009 y fue maravilloso saber cómo los cuidan y les enseñan a querer a una elefanta como si fuera su madre, para que al dejarlos en las Reservas sepan seguirlas.
Hace mucho que tengo enlazado tu blog y siento no dejarte comentarios. Esta entrada me ha traido muy buenos recuerdos de las horas pasadas en el orfanato.
Un cordial saludo!
Me parece genial esta idea, además de ser curiosa.
Saludos desde naturahoy.com
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