Siku nació el mes pasado en un parque natural de Dinamarca. Su madre no producía leche para amamantarlo, por lo que decidieron separarlos para que no muriera. Debido a su corta edad, necesita atención las 24 horas del día al menos durante un año, por lo que tres personas se turnan para cuidarlo.
2 comentarios:
Hola Perséfone:
Precioso el cachorrito, viendolo tan chiquitin, es increible que pueda llegar a convertirse en un enorme Oso Blanco.
Un saludo.
juan antonio: Si, ¿Eh? parece de peluche. Dan unas ganas tremendas de achucharle jeje.
Lástima que esté destinado a vivir siempre enjaulado...
Un abrazo.
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