Los aye aye (Daubentonia madagascariensis) aumentan la temperatura de su tercer dedo, el más largo y huesudo, cuando lo emplean para buscar larvas de insectos bajo la corteza de los árboles.
Ya se sabía que esta falange era especialmente sensible a las vibraciones, pero ahora se ha descubierto que los aye ayes la mantienen más fría que el resto de sus dedos cuando no la necesitan para encontrar alimento.
Ya se sabía que esta falange era especialmente sensible a las vibraciones, pero ahora se ha descubierto que los aye ayes la mantienen más fría que el resto de sus dedos cuando no la necesitan para encontrar alimento.
Un equipo de la Universidad de Dartmouth (New Hampshire, Estados Unidos) ha investigado el fenómeno gracias a una serie de infrarrojos térmicos, capaces de estimar la variación de calor en la anatomía de estos lémur, los primates nocturnos más grandes del mundo, en peligro de extinción y residentes en Madagascar.
«Hemos detectado que el dedo medio se mantenía a unos 2,3 ºC más frío que el resto cuando la articulación metacarpofalángica (MP) estaba extendida. Sin embargo, se calentaba cuando la MP se flexionaba para golpear los troncos una media de dos grados -aunque en algunos casos se registraron varianzas de hasta 6ºC-. Quizás hay mecanismos psicológicos detras de estas modificaciones que no sabemos, aparentemente solo revelan un suministro vascular dinámico».
«Hemos detectado que el dedo medio se mantenía a unos 2,3 ºC más frío que el resto cuando la articulación metacarpofalángica (MP) estaba extendida. Sin embargo, se calentaba cuando la MP se flexionaba para golpear los troncos una media de dos grados -aunque en algunos casos se registraron varianzas de hasta 6ºC-. Quizás hay mecanismos psicológicos detras de estas modificaciones que no sabemos, aparentemente solo revelan un suministro vascular dinámico».
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2 comentarios:
Oye, pues qué curioso ¿verdad?. Hay una dolencia en humanos, el síndrome de Reynon -o parecido-, que provoca hipersusceptibilidad a las bajadas de temperatura, sobre todo en las manos. Algunos lo pasan fatal, todo el día con las manos moradas y doloridas. Ojalá tuvieran esa cpacidad de regular el flujo sanguíneo en las falanges, a lo mejor esto ayuda a entender lo que les ocurre.
(Quise votarte en el concurso pero sólo pueden votar blogs concursantes...). Un abrazo.
lyuti: Y tanto que sí. Curioso tu comentario, por cierto. No me había parado a mirarlo de esa manera y mira que casualmente tengo una prima que sufre el mal que mencionas. Impresiona verle los dedos a la pobre.
Ojalá tengas razón y sirva para ayudarles.
Un abrazo ¡Y gracias por tu opinión!
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