miércoles, 29 de febrero de 2012

Encuentran una especie de gusano casi inmortal

Investigadores de la Universidad de Nottingham han demostrado cómo una especie de gusano plano supera el proceso de envejecimiento para ser potencialmente inmortal. El descubrimiento puede arrojar luz sobre las posibilidades de evitar el envejecimiento humano.

Los gusanos planaria han sorprendido a los científicos con su capacidad aparentemente ilimitada de regeneración. Los investigadores han estudiado su capacidad para reemplazar los tejidos y células dañados o viejos en un intento por comprender los mecanismos que subyacen a su longevidad. «Hemos estudiado dos tipos de gusanos planarias, los que se reproducen sexualmente, como nosotros, y los que se reproducen asexualmente, simplemente dividiéndose en dos. Ambos parecen regenerarse indefinidamente por el crecimiento de nuevos músculos, piel, vísceras e incluso el cerebro entero una y otra vez», dice Aziz Aboobaker, uno de los científicos que ha participado en la investigación.

«Por lo general, cuando las células madre se dividen -para curar heridas, durante la reproducción o el crecimiento- empiezan a mostrar signos de envejecimiento. Esto significa que las células madre ya no son capaces de dividirse y por ello son menos capaces de reemplazar células especializadas exhaustas en los tejidos de nuestro cuerpo. El envejecimiento de la piel es quizás el ejemplo más visible de este efecto», explica. «Los gusanos planaria son de algún modo capaces de evitar el proceso de envejecimiento y consiguen que sus células se sigan dividiendo».

Un ejemplar de la especie utilizada para el estudio.

Uno de los eventos asociados con el envejecimiento de las células está relacionado con la longitud de los telómeros. Con el fin de crecer y funcionar normalmente, las células de nuestro cuerpo deben mantener la división para reemplazar a las células que están desgastadas o dañadas. Durante este proceso de división, las copias del material genético deben pasar a la siguiente generación de células. La información genética dentro de las células se dispone en cordones trenzados de ADN llamadas cromosomas. Al final de estas líneas hay una especie de «tapa» protectora llamada telómero.

Cada vez que una célula se divide, la tapa del telómero se acorta. Cuando es demasiado corta, la célula pierde su capacidad de renovarse y dividirse. En un animal inmortal, por lo tanto, cabría esperar células que pueden mantener la longitud del telómero indefinidamente, para que puedan continuar replicándose. En efecto, los gusanos planarias mantienen activamente los extremos de los cromosomas en las células madre adultas, lo que lleva a la inmortalidad teórica.

En un trabajo previo, que condujo a la concesión del Premio Nobel de Medicina en 2009, los científicos habían demostrado que los telómeros podían ser mantenidos por la actividad de una enzima llamada telomerasa. En la mayoría de los organismos que se reproducen sexualmente, la enzima es más activa durante el desarrollo temprano. Así que a medida que envejecemos, los telómeros comienzan a reducir de longitud.

Los científicos comprobaron esto en los gusanos. Encontraron que los gusanos asexuales aumentan drásticamente la actividad de este gen cuando se regeneran, permitiendo a las células madre mantener sus telómeros cuando se dividen para reemplazar los tejidos que faltan. Sin embargo, lo que desconcertó al equipo es que los gusanos que se reproducen sexualmente no parecen mantener la longitud de los telómeros de la misma manera. La diferencia es extraña, dado que ambos animales sexuales y asexuales parecen tener una capacidad de regeneración por tiempo indefinido. El equipo cree que los gusanos que se reproducen sexualmente o con el tiempo sufrirán el acortamiento de los telómeros o, de alguna manera, son capaces de utilizar otro mecanismo para mantener los telómeros que no implique la enzima telomerasa.

«Los gusanos planarias asexuales demuestran el potencial de mantener la longitud del telómero durante la regeneración. Nuestros datos cumplen una de las predicciones sobre lo que haría falta para que un animal fuera potencialmente inmortal. Nuestros próximos objetivos son entender los mecanismos con más detalle y comprender más acerca de cómo evolucionará un animal inmortal», explica Abookaber. La investigación puede facilitar algunos de los procesos involucrados en el envejecimiento humano.

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