jueves, 11 de octubre de 2012

Los perros, más eficientes después de comer

Investigadores de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos) probaron el rendimiento de perros entrenados tras alimentarse por la mañana o después de ayunar. LLegaron a la conclusión de que desayunar incrementa la precisión en la capacidad de búsqueda en los perros.

Un estudio similar en niños desarrollado por la doctora Holly Miller y su colega Charlotte Bender, les llevó a preguntarse si el desayuno también mejoraría el rendimiento de los perros. Y fue así como se decidieron a probar la precisión de perros domesticados para encontrar comida escondida.

Para asegurarse de que todos los perros habían agotado sus niveles de energía antes de la prueba, debían exhibir autocontrol durante diez minutos en un ejercicio de "sit and stay" (sentarse y quedarse quieto), ya que trabajos previos de la doctora demostraron que el esfuerzo de autocontrol reduce los niveles de energía de los perros, así como su capacidad para realizar ciertas tareas.

A los perros se les mostró un manjar que luego fue escondido en uno de seis contenedores. Los que habían tomado desayuno media hora antes llegaron al objetivo con más precisión que los que no habían comido durante 12 horas.

El hallazgo clave aquí es bastante simple: el desayuno puede ayudar al rendimiento de los perros. Pero, ¿se aplica lo mismo para sus parientes salvajes, como lobos, coyotes y chacales? La respuesta es más complicada.

Según Miller, Cuando "los perros comen una dieta rica en hidratos de carbono (como un perro domesticado ), sus cerebros son más dependientes de la glucosa y se ven más afectados por las fluctuaciones en los niveles de glucosa". Sin embargo, con una dieta basada en carne de animales cazados, donde el nivel de carbohidratos es bajo pero el contenido de grasa es alto, el cerebro cambia a su fuente de combustible secundaria de cuerpos cetónicos en lugar de la preferida glucosa.

Así pues, "Si estos animales están consumiendo una dieta natural, que no fue hurgada en la basura, probablemente están en un estado de cetosis donde la energía para los procesos neuronales no fluctúa mucho".

Esto significa que una pequeña comida por sí sola no puede tener un gran efecto en la resolución de problemas, aunque puede hacerles menos impulsivos y más cautelosos porque, cuando están hambrientos, se vuelven menos capaces de controlar su comportamiento.


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