jueves, 22 de agosto de 2013

Las cigüeñas blancas modifican sus rutas migratorias para pasar por vertederos

El seguimiento remoto de 40 cigüeñas blancas está evidenciando la "importante" y "creciente" dependencia que tienen de los vertederos como fuente de alimentación, hasta el punto de acudir a ellos en periodos de reproducción y condicionar "claramente" sus rutas migratorias, según ha informado SEO/BirdLife.

El proyecto Migra, coordinado por la ONG, utiliza la cigüeña como modelo para estudiar el efecto que el cambio climático y la disminución del alimento disponible en los basureros tienen sobre la migración y comportamiento de estas aves, ha señalado el técnico de SEO/BirdLife vinculado al proyecto, Javier de la Puente, y así poder "tomar medidas adecuadas de gestión del territorio y de las especies".

Este pájaro peninsular, al que se ha equipado con emisores satélite-GPS y data-logger GPS-GSM, es en su mayoría migrador y recorre miles de kilómetros para invernar principalmente en el África subsahariana, mientras que algunos van más lejos, hasta el valle del Nilo o Sudáfrica, y otras no se van con la llegada del frío, conviviendo con las cigüeñas centroeuropeas que pasan esa estación en España.

En este sentido, de la Puente ha señalado que pese a que esta variedad de comportamientos es "habitual" en la especie se desconoce de qué depende.

En concreto, la organización ha indicado que en este año se han marcado 28 cigüeñas, que se suman a las tres ya controladas desde 2012: cuatro en Álava, ocho en Cáceres, ocho en Ciudad Real, una en Huesca, dos en León, una en La Rioja y seis en Madrid. Además se ha podido contar con la información de ocho aves marcadas en Suiza entre 2011 y 2012 y que en su mayoría pasan el invierno ligadas a vertederos en España

Los mapas de los movimientos migratorios hacia África que han empezado a realizar algunos de los ejemplares marcados se pueden visualizar en la página web www.migraciondeaves.org, según ha informado la asociación.

Así, una cigüeña controlada este año en Ciudad Real pasó el Estrecho a finales de julio, cruzó el Sáhara y ya ha llegado hasta Níger, mientras que sus compañeras de la misma zona aún permanecen en Castilla-La Mancha.

Algo similar ocurre con los ejemplares alaveses: uno de ellos, nombrado como Mikaela, partió hace días y, tras pasar por Madrid y Getafe, ya está al sur de Sevilla. Mientras tanto, los otros ejemplares alaveses marcados este año siguen por tierras del País Vaco.

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