El Gobierno de Canadá anunció el pasado lunes un aumento de la cuota de caza de focas para 2008. La flota pesquera canadiense podrá matar hasta 275.000 focas de Groenlandia, 5.000 más que en 2007. Según el Ministerio de Pesca y Océanos del país norteamericano, la matanza, que comenzará en las próximas semanas, se realizará "sin crueldad y de manera responsable".
Para ello, los cazadores estarán obligados a comprobar el "reflejo corneal" de estos mamíferos marinos, tras dispararlos o golpearlos en la frente con su hakapik (un palo de madera con un pico de metal en la punta y un garfio), y proceder a su desangrado antes de quitarles la piel. El objetivo es no despellejar animales vivos.
La decisión del Gobierno canadiense se ha encontrado con la oposición de cientos de organizaciones de la sociedad civil, encabezadas por la Humane Society, la principal impulsora de la Red Internacional de Protección de Focas. "Esta cuota imprudente supone un desprecio a la conservación de la especie", sostiene la ONG, en un comunicado.
Humane Society, apoyada por más de 10 millones de personas sólo en EEUU, lanzó, como medida de presión, un boicot al consumo de marisco canadiense en 2005. "El boicot continuará hasta que la caza de focas acabe de una vez", añade la nota. A juicio de la protectora de animales, "esta alta cuota va en contra de las recomendaciones hechas por científicos independientes, que han aconsejado su disminución sustancial".
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