martes, 11 de marzo de 2008

La musa fue el pepino de mar

La respuesta de un asustadizo pepino de mar ha inspirado un nuevo material que un día podría usarse para crear implantes cerebrales en beneficio de pacientes de enfermedades como el Mal de Parkinson.

Los pepinos de mar se vuelven rígidos o flexibles en cuestión de segundos.

Investigadores estadounidenses de la Universidad de Case Western fabricaron el nuevo material basado en la capacidad de los pepinos de poner su piel rígida o flexible en cuestión de segundos.

También conocidos como holoturoideos, los pepinos pertenecen al mismo grupo de los erizos y las estrellas de mar.

Normalmente suaves, al verse atacados "se tensan" y endurecen su dermis convirtiéndola en una especie de escudo, explicó a la BBC el doctor Jeffrey Capadona, integrante del equipo que trabajó en el proyecto.

Esta habilidad ha sido reproducida en el laboratorio por medio de un material, que aún no tiene nombre, y que está basado en una mezcla de nanofibras de celulosa implantadas en polímeros.

El material, que aún no tiene nombre, está basado en una mezcla de nanofibras de celulosa.

La esperanza de los expertos es que este material pueda servir de protección a los microelectrodos que se implantan en el cerebro para tratar problemas como el Mal de Parkinson, lesiones de la médula espinal o apoplejías.

Los detalles de este nuevo material aparecen en un artículo publicado en el último número de la revista especializada Science.


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