Un ciervo rojo en la neblina matutina del parque Richmond en Londres. En otoño se inicia la época de celo de estos animales y comienzan a mostrar sus deseos de reproducirse por medio de berreas y luchas con otros machos para atraer a las hembras.
Vista en BBC Mundo.
2 comentarios:
Está visto que el que no llora no mama.
Chica no veas si se ven ciervos y corzos ahora, cada vez que salgo de ruta veo al menos uno.
Dicen los forestales que ahora se les respeta más, o que se están acostumbrando al hombre o qué se yo.
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