Las profundidades marinas son una fuente de misterios que el ser humano va desvelando poco a poco.
El último secreto lo ha revelado un equipo de científicos del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California-San Diego al descubrir un llamativo género de gusanos cuya característica más sorprendente es que producen esferas de color verde fluorescente, de ahí que se refieran a él con el curioso nombre de 'bombarderos verdes'.
Dichas esferas o bombas empiezan a brillar en cuanto se desprenden del cuerpo del gusano, por lo que los científicos piensan que podría tratarse de un mecanismo de defensa para distraer a los depredadores y poder escapar, de manera muy parecida a como lo hacen los calamares con su tinta, sólo que esta vez 'cegando' al adversario.
Los gusanos se caracterizan porque tienen una longitud de 18 a 93 milímetros, y nadan gracias a una serie de palas localizadas por todo el cuerpo salvo en la cabeza. De lejos pueden parecer espinas, pero nada más lejos de la realidad.
Según la propia directora del estudio, Karen Osborn, son especies muy abundantes en su medio. De hecho el equipo encontró, a pesar de las dificultades técnicas, siete especies diferentes (y afirman estar seguros de poer encontrar más), cinco de las cuales segregan este tipo de burbujas.
Según los investigadores, este hallazgo supone un paso más a la hora de conocer cómo han evolucionado los organismos que viven en la columna del agua.
El último secreto lo ha revelado un equipo de científicos del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California-San Diego al descubrir un llamativo género de gusanos cuya característica más sorprendente es que producen esferas de color verde fluorescente, de ahí que se refieran a él con el curioso nombre de 'bombarderos verdes'.
Dichas esferas o bombas empiezan a brillar en cuanto se desprenden del cuerpo del gusano, por lo que los científicos piensan que podría tratarse de un mecanismo de defensa para distraer a los depredadores y poder escapar, de manera muy parecida a como lo hacen los calamares con su tinta, sólo que esta vez 'cegando' al adversario.
Los gusanos se caracterizan porque tienen una longitud de 18 a 93 milímetros, y nadan gracias a una serie de palas localizadas por todo el cuerpo salvo en la cabeza. De lejos pueden parecer espinas, pero nada más lejos de la realidad.
Según la propia directora del estudio, Karen Osborn, son especies muy abundantes en su medio. De hecho el equipo encontró, a pesar de las dificultades técnicas, siete especies diferentes (y afirman estar seguros de poer encontrar más), cinco de las cuales segregan este tipo de burbujas.
Según los investigadores, este hallazgo supone un paso más a la hora de conocer cómo han evolucionado los organismos que viven en la columna del agua.
Puedes leer el artículo completo, en su medio original (incluye video).
2 comentarios:
Vaya, que interesante!
Furacán: Y tanto que sí.
Parece mentira que, aún en nuestros días y con lo mal que tratamos a nuestro entorno, se sigan produciendo descubrimientos de este tipo ¿Verdad?
¡Y lo que nos quedará por saber!
Un saludo y gracias por pasar.
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