lunes, 18 de enero de 2010

Nuevo tesoro en forma de hallazgo

Un equipo de científicos estadounidenses y ecuatorianos ha descubierto en la costa de Ecuador un nuevo y extraño ecosistema de gran valor por su diversidad biológica.

La mayor parte de los animales se localizaron en el Cerro Pata de Pájaro, una pequeña montaña situada a pocos minutos del Océano Pacífico rodeada por un bosque tropical y enclavada en un bosque tropical nuboso.

Entre los animales que viven en este hábitat destaca una serpiente que forma parte de un reducido grupo de serpientes que come caracoles y babosas y curiosamente fue hallada por una voluntaria de 15 años que trabajaba con los científicos. Su familiar más cercano encontrado hasta ahora se encuentra en Perú, aunque los investigadores creen que podría haber más especies de este tipo.

También llama especialmente la atención el descubrimiento 30 especies de ranas de lluvia, las cuales tienen un ciclo vital extraordinario: en lugar de poner huevos en el agua que incuban renacuajos, los colocan en árboles.

El 'tesoro' hallado durante esta expedición incluye además una minúscula salamanquesa cuya cabeza es más pequeña que la goma de un lápiz (foto de la derecha), tres especies de salamandra sin pulmones que respiran a través de la piel (foto de la izquierda) y una serpiente de cascabel muda, la vívora más grande, la cual aparece en muy pocas ocasiones ya que su caza incontrolada ha provocado que la especie se haya extinguido en muchos de los lugares que habitaba (foto de abajo):




Nuevamente se da en caso en que la voz de alarma surge al mismo tiempo que el propio descubrimiento. Y es que, como por desgracia viene siendo habitual en nuestros días, esta zona privilegiada por una parte, se encuentra por otra amenazada a causa de múltiples fenómenos que van desde la deforestación para que pueda pastar el ganado hasta la tala de árboles e incluso la caza.

Asimismo, los expertos en cambio climático predicen que muchos de estos bosques, junto con los animales que dependen de ellos, podrían desaparecer debido al calentamiento global si no se toman medidas para evitarlo, especialmente en el caso de las ranas de lluvia ya que al depositar sus huevos en árboles éstos podrían resultar afectados por el aumento de temperaturas.

3 comentarios:

Sidel dijo...

Ojalá estas especies sean más fuertes que nosotros y aguanten el cambio climático, la naturaleza nunca para de sorprendernos. Saludos

José Luis López Recio dijo...

Muy interesantes los nuevos descubrimientos. Esperemos que no desapàrezca ese ecosistema.
Un abrazo.

Tanais dijo...

que mal rollo me ha dado la serpiente, ya estoy con los pies en alto brrrrrrrrrrrrr