Cuando te has pasado los primeros tres meses de tu vida hibernando junto al calor de mamá en una cueva, el momento de salir y enfrentarse al Ártico por primera vez puede resultar traumático. Por eso, un abrazo tranquilizador y reconfortante nunca viene mal...
Foto: Steven Kazlowski/Barcroft Media | Vista en Informativo Telecinco.
Después de esta primera etapa, el osezno deberá aprender a sobrevivir entre hielo y a cultivar el arte de la caza de focas para no morir de hambre.
Nota: Puedes ver aquí la fotogalería completa.
4 comentarios:
Que pena que no podamos ver estas imagenes en Asturias. Al parecer nuestra querida amiga Tola no estaba preñada. Todo el invierno esperando para ver sus retonós y nada...
Por cierto, Perse...te he dejado un regalo en el blog. Un saludo
¡Uy..! perdón..."retoños"
que imagen más bonita!
Pero el abrazo de mamá osa siempre viene bien.
Un beso.
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