Las madres de los pájaros canario se comunican con sus polluelos antes incluso de su nacimiento. Para ello mandan mensajes en los huevos que les anuncian las condiciones de vida que les esperan fuera. De acuerdo con el mensaje que reciban en el cascarón las crías pedirán más o menos alimentos, según un estudio de del departamento de zoología de la universidad británica de Cambridge.
De esa manera, los polluelos con padres generosos desarrollarán un instinto para demandar abundantes cantidades de alimento, mientras que aquellos advertidos de la "tacañería" de sus progenitores nacerán ya acostumbrados a pedir poco.
La profesora Rebecca Kilner, autora principal del estudio, explicó que este tipo de comportamiento es común a otros animales, aunque lo que cambia es el mensaje. Por ejemplo, las madres de los ratones de campo comunican a sus crías cuándo van a nacer para que desarrollen un pelaje más grueso si es en invierno, dijo.
Durante la investigación, Kilner y su equipo comprobaron que si los polluelos atienden el mensaje de las hormonas maternas en el huevo ganan peso más rápido a pesar de recibir poco alimento de sus padres y ahorran esfuerzos innecesarios para reclamar más comida.
El descubrimiento fue posible gracias a un experimento en el que los investigadores intercambiaron huevos entre distintos nidos de canarios para que las crías se desarrollaran en contextos diferentes a los anunciados.
Aunque se sabía desde hace años que las sustancias maternas transmitidas al huevo podían influir en el desarrollo del polluelo, hasta ahora la hipótesis más común era que éstas son el medio por el que la madre manipula a sus crías en la forma en que les convenía, por lo que, según sus autores, este trabajo cambia la forma de entender el ambiente prenatal en los pájaros.
De esa manera, los polluelos con padres generosos desarrollarán un instinto para demandar abundantes cantidades de alimento, mientras que aquellos advertidos de la "tacañería" de sus progenitores nacerán ya acostumbrados a pedir poco.
La profesora Rebecca Kilner, autora principal del estudio, explicó que este tipo de comportamiento es común a otros animales, aunque lo que cambia es el mensaje. Por ejemplo, las madres de los ratones de campo comunican a sus crías cuándo van a nacer para que desarrollen un pelaje más grueso si es en invierno, dijo.
Durante la investigación, Kilner y su equipo comprobaron que si los polluelos atienden el mensaje de las hormonas maternas en el huevo ganan peso más rápido a pesar de recibir poco alimento de sus padres y ahorran esfuerzos innecesarios para reclamar más comida.
El descubrimiento fue posible gracias a un experimento en el que los investigadores intercambiaron huevos entre distintos nidos de canarios para que las crías se desarrollaran en contextos diferentes a los anunciados.
Aunque se sabía desde hace años que las sustancias maternas transmitidas al huevo podían influir en el desarrollo del polluelo, hasta ahora la hipótesis más común era que éstas son el medio por el que la madre manipula a sus crías en la forma en que les convenía, por lo que, según sus autores, este trabajo cambia la forma de entender el ambiente prenatal en los pájaros.
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