lunes, 8 de marzo de 2010

Tratan de 'resucitar' al uro

El Proyecto Taurus, ideado por la organización conservacionista holandesa Fundación Ganado Taurino, pretende revivir al uro (Bos primigenius), un bóvido de cuya evolución y descendencia surgieron las razas vacunas actuales. Llegó a Europa hace 250.000 años para extinguirse definitivaente 1627, una desaparición que se atribuye a la sobreexplotación humana y a la destrucción de su hábitat.

Según explica el genetista de la Universidad de Córdoba involucrado en el proyecto, Alfonso Luque, el proceso es mucho más sencillo que el que aprece en la película que a la mayoría nos viene a la mente cuando leemos algo similar: los investigadores están seleccionando las razas vacunas actuales más similares al uro para realizar un proceso de retrocruzamiento. Este consiste en buscar las características genéticas del uro entre sus descendientes y mezclarlas mediante cruces hasta combinarlas en un solo ejemplar. Dicho de otro modo, algo así como una evolución a la inversa.

Amplia la imagen pinchando sobre ella.

Para conseguirlo, los investigadores van a extraer material genético de restos de este animal presentes en huesos y dientes almacenados en museos de historia natural para a comienzos del próximo verano, obtener los primeros vástagos cruzados.

Si todo sale según lo planeado, cada generación se parecerá más al uro original, esperando llegar al 98 % de correspondencia genética, puesto que llegar al 100% es prácticamente imposible.

Llama la atención que, de entre todas las especies extintas, el uro ha sido elegido para la resurrección por su función ecológica. Dicen los responsables del proyecto que dicho animal es una parte fundamental de la población de megaherbívoros de Europa, por lo que el reto de devolver la vida a esta especie va de la mano del programa de Redes Ecológicas de Holanda, que pretende que en 2018 todos los espacios naturales del país estén interconectados.

Así, según el experto, su impacto sobre el medio ambiente es el menos agresivo. Los uros salvajes no necesitan cuidado, son capaces de mantenerse por sí mismos y no son agresivos, unas cualidades que resultan "fundamentales para la reintroducción".

Aunque habrá que esperar unos cuantos años para ver si el uro se reintroduce, concluyen que este hecho "más que un capricho, es una necesidad para los ecosistemas".

Puedes leer la noticia original, en su medio de procedencia.

¿Y tú, qué opinas al respecto?

2 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Me parece un disparate.
Saludos

Ralph dijo...

Como idea no está mal, lo que habría que ver es si el resultado es el buscado, pero claro, cuanto tiempo les llevará el experimento en cuestión, creo que más del que puedan vivir, así que igual se pierde en el camino. Saludos.