sábado, 29 de mayo de 2010

Caracoles drogados dan la clave de la adicción

Investigadores de la Washington State University, en Estados Unidos, han concluido un inusual estudio con caracoles que les ha servido para descubrir los graves efectos que provoca en el cerebro el consumo de metanfetanima, un hallazgo que puede ser clave para comprender la adicción que generan muchas drogas, según los resultados publicados en el Journal of Experimental Biology.

Con el fin de comprender esta adicción, Sorg y su equipo utilizaron caracoles de la clase 'Lynmaea sgtagnalis' para su investigación, dado que presentan un sistema nervioso central relativamente simple, con neuronas fácilmente identificables, que permiten analizar mejor los efectos de la droga en una célula cerebral por separado.

De este modo, en el primer paso para tratar de entender esta adicción que generan, analizaron los efectos de la metanfetamina en los caracoles, comparando la conducta de un grupo de moluscos drogados y no drogados en un sencillo ejercicio de respiración.

Aunque este tipo de caracoles viven en agua estancada y suelen respirar a través de la piel cuando disminuyen los niveles de oxígeno en el agua, los caracoles salen a la superficie y abren un tubo de respiración. Por ello, los investigadores entrenaron a los caracoles para que no salieran a la superficie picando su tubo de respiración con una pequeña vara y, gracias a este método de ensayo y error, los animales aprendieron a no salir y "formar un recuerdo", afirma Sorg, en declaraciones a la BBC.

Sin embargo, descubrieron que si los caracoles consumían pequeñas cantidades de metanfetamina antes de esta tarea de respiración, quedaban "preparados" para formar un recuerdo más persistente de la misma, mientras que los no drogados generalmente se olvidaban tras 24 horas de su entrenamiento: a pesar de que la droga ya no estaba en su sistema, algo había sucedido en sus células que los hacía mejorar su aprendizaje.

Tras este primer hallazgo, los investigadores pretenden estudiar los cambios que se producen en sus células, sobre todo cuando, en estudios previos, ya lograron identificar una neurona de estos animales que es crucial para que aprendan y recuerden cómo regular su respiración.

Esta célula libera un compuesto químico, la dopamina, que en los mamíferos está relacionada con los circuitos cerebrales vinculados a la adicción, un trabajo que podría ser muy importante para futuros tratamientos basados en la memoria para combatir la adicción a drogas u otros trastornos, como el estrés postraumático. Y es que el objetivo podría ser atacar recuerdos específicos o memorias patológicas para que el paciente pueda olvidarlos o disminuirlos.


1 comentario:

Juanjo Rubio dijo...

Mira tú... QUien diría que iban a poder drogarse los caracoles?

Saludos guapa.