El calamar gigante, una criatura que llegó a ser tratada como un mito marino y temida como un monstruo del océano, no es en realidad ni tan veloz ni un depredador tan voraz como se pensaba.
Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de la Universidad de Rhode Island, en Estados Unidos, después de estudiar la fisiología y hábitos alimenticios de otras especies de las profundidades marinas y trasladar los resultados a la escala colosal del calamar gigante.
Se estima que este animal, raramente visto y realmente desconocido, puede alcanzar los 15 metros de longitud, aunque ese cálculo no está exento de controversia. Se sabe que tiene largos tentáculos y brazos con anzuelos que puede usar para luchar y mutilar a sus presas, sin embargo, nunca ha podido ser estudiado en su hábitat, por lo que no hay datos acerca de su comportamiento.
En este estudio se presentaron, por tanto, las primeras estimaciones sobre el metabolismo y las necesidades energéticas de este gigante de aguas frías y profundas.
Los mismos desvelaron que el consumo de energía diario del calamar gigante es entre 300 y 600 veces menor que otros animales marinos de similar tamaño, como la ballena, lo que pone de manifiesto que este enigmático ser no se trata de un depredador voraz capaz de alcanzar altas velocidades para cazar, sino que más bien aguarda flotando para usar sus tentáculos y así atrapar lo que involuntariamente se le acerca.
Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de la Universidad de Rhode Island, en Estados Unidos, después de estudiar la fisiología y hábitos alimenticios de otras especies de las profundidades marinas y trasladar los resultados a la escala colosal del calamar gigante.
Se estima que este animal, raramente visto y realmente desconocido, puede alcanzar los 15 metros de longitud, aunque ese cálculo no está exento de controversia. Se sabe que tiene largos tentáculos y brazos con anzuelos que puede usar para luchar y mutilar a sus presas, sin embargo, nunca ha podido ser estudiado en su hábitat, por lo que no hay datos acerca de su comportamiento.
En este estudio se presentaron, por tanto, las primeras estimaciones sobre el metabolismo y las necesidades energéticas de este gigante de aguas frías y profundas.
Los mismos desvelaron que el consumo de energía diario del calamar gigante es entre 300 y 600 veces menor que otros animales marinos de similar tamaño, como la ballena, lo que pone de manifiesto que este enigmático ser no se trata de un depredador voraz capaz de alcanzar altas velocidades para cazar, sino que más bien aguarda flotando para usar sus tentáculos y así atrapar lo que involuntariamente se le acerca.
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