viernes, 18 de junio de 2010

Un osezno rescatado por la Guardia Civil vivirá en Cabárceno

Un pequeño osezno, de sólo cinco meses de edad, nunca habría pensado que su vida iba a ser tan ajetreada ni que iba a visitar tantos lugares diferentes.

Hace poco más de dos semanas la Guardia Civil incautó de este ejemplar. Iba en el interior de un vehículo cuidado por dos ciudadanos rumanos que no pudieron acreditar el origen y la tenencia del animal. En ese momento, los miembros del SEPRONA, lo trasladaron al centro de recuperación de fauna silvestre de La Alfranca.

"Llegó deshidratado, desnutrido y con pequeñas heridas en las patas", según ha declarado Chabi González, el veterinario del centro que ha estado encargado del oso durante las dos últimas semanas. "No me salían las cuentas, porque para su edad -unos 4 ó 5 meses- debía pesar alrededor de seis kilos. Y pesaba menos de cuatro".

Pero los osos, sobre todo los cachorros, tienen mucha capacidad de recuperación. En esas dos semanas ha doblado su peso y, aunque sigue siendo más pequeño en comparación con otros ejemplares de su edad, ya ha entrado en los percentiles de crecimiento de la especie.

Ninguno de los técnicos y veterinarios que han estado cuidando del osezno durante estas dos semanas le han querido poner nombre. Nunca lo hacen. "Son animales salvajes y no podemos crear vínculo afectivos, si no recuperarlos lo antes posible", explica González. El nombre se lo tendrán que poner en el Parque Natural de Cabárceno, su nuevo destino.

Los oseznos tienen un vínculo muy fuerte con sus madres. Habitualmente no se separan de ellas hasta que cumplen un año y medio. Pero en este caso debió ser apartado de la madre a los pocos días de nacer, porque "ya estaba acostumbrado a los humanos", afirma el veterinario, lo que hace prácticamente inviable que pueda ser reintroducido en el medio natural.

"Se nota que lo cogieron hace tiempo, porque a esta edad suelen ser más salvajes", afirma González. A pesar de su tierno aspecto, como los ositos de peluche, "engañana mucho porque parece que es un animal para mimar pero se enfadaba y pegaba mordiscos muy fuertes, ya que son los juegos que suelen hacer con sus madres, pero a nosotros nos hacía daño", reconoce el técnico.

Ahora, completamente recuperado, el osezno llega al Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), la reserva de osos más grande de Europa donde pueden observarse especies en semilibertad de los cinco continentes. Y donde pasará, si todo sale bien, el resto de su vida.

4 comentarios:

Juanjo Rubio dijo...

Precisamente queremos visitar Cabárceno en el próximo mes de julio. aprovecharemos para verlo.

Feliz finde amiga.

Lillu dijo...

Qué monada! Pero mejor lejos, por eso de los mordiscos juguetones que dicen que da XD

saluditos

Perséfone dijo...

El dinosaurio: La verdad es que tiene que ser un lugar espectacular. Ya me contarás que tal está cuando lo visites ¡y no te olvides de hacer fotos!

Lillu: Jajaja a mí me encantaría coger a una ricura de estas en brazos, pero de bebé bebé, está claro xD

Por cierto, el peque ya ha sido bautizado: se llama Aragón, por la comunidad en que le halló el seprona.

Un saludo a ambos y gracias por vuestras visitas y comentarios.

Perséfone dijo...

Las última snoticias sobre Aragón no dicen que físicamente ha mejorado muchísimo: en sólo seis semanas después ha triplicado su peso (ahhora pesa casi 14 kilos) y sus heridas se han curado, pero su vinculación con los humanos sigue siendo muy fuerte.

Por elloo hay que seguir trabajando para que cada día que pasé el pequeño logre parecerse más a un oso de verdad.

Podeís leer aquí el artículo entero.