Las actividades humanas inducen altas tasas de mortalidad y molestias a muchas poblaciones animales. Una de las que más lo sufren es la del oso pardo ('Ursus arctos') en Europa. Para evitar la presencia de las personas, estos animales alteran sus patrones de movimiento y el uso del hábitat en áreas con actividades estacionalmente intensas:
2 comentarios:
Yo también lo hago, pero no hay manera :-)
Salu2
Y cómo lo entiendo!! si es que al ser humano no hay quién le aguante. Pobrecitos osos, es una pena que no sepamos respetarles ni dejarles espacio.
Gracias. Un beso.
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